Josean Querejeta, presidente del Baskonia, posa en el centro de la pista del Buesa Arena. Blanca Castillo

LA ACB no quiere oír ni hablar de ascensos

Pausa de hidratación ·

La voz de Querejeta ha puesto firme a Antonio Martín y, sin nadie que respalde una liga de 20, el acuerdo firmado con la FEB puede acabar en los juzgados

Lunes, 18 de mayo 2020, 10:01

Seguro que estamos un poco de acuerdo en esto. Ya puede Tebas dar cien homilías en 'prime time' e intentar convencernos de que el bicho se esconde antes en un prospecto que a la salida de un córner, que uno le seguirá haciendo el mismo ... caso a la pantalla que al padre Mundina. Debe ser por aquello de predicar y dar trigo, pero el efecto es el contrario si quien asoma es Rafa Nadal.

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El eco no es el mismo y el mensaje, desde luego, tampoco.

Extrapolado al baloncesto en la última semana han salido a la palestra tanto Jorge Garbajosa como Antonio Martín, tanto monta monta tanto en Federación Española y Liga ACB, y a uno lo que le ha llegado sin embargo es el globo sonda lanzado por Josean Querejeta. El dueño del Alavés y capo del Baskonia habla poco pero cuando lo hace hay que aguzar el oído y leer hasta las pausas. Preguntado por José Ramón de la Morena en Onda Cero sobre los ascensos desde LEB Oro su respuesta sonó a Brando interpretando a Corleone: «En la última asamblea se comprometió a que la próxima temporada haya dieciocho equipos». Ahí lo dejó como quien pasea silbando, argumentando como experto en números/gestión que «no hay ni fechas ni economía para una competición de veinte». No hablaba en el desierto el guipuzcoano, aun a sabiendas de que uno de los perjudicados es su equipo de cuna.

El efecto acción-reacción a sus palabras debió hacer saltar de la cama a Antonio Martín, al que le faltó tiempo poco después para poner el acento a una liga de 18 –sin Valladolid y Guipuzcoa por lo tanto–. La misma liga que cojea en los juzgados como quedó demostrado al reclutar al Obradoiro diecisiete años después de darle con la puerta en las narices. O al vetar irregularmente el ascenso al COB Orense por motivos económicos en aquella batalla que libró y ganó Miguel Juane. O no hace tanto (curso 2014/15) al no inscribir al Bilbao Basket por idéntico motivo antes de agachar la cabeza y tragar con el recurso interpuesto ante un Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) que dejó en suspenso su orgullo.

Ni los de arriba quieren una liga de 20 ni los de abajo cuatro descensos la próxima temporada

El adversario, por lo tanto, no está en Donostia como parecía en marzo. Ni siquiera en la LEB Oro ni en ese reino de taifas que es la federación, como se antojaba en abril, pese al sonrojo que han generado las conductas de algunos clubes.

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El tiro hay que ponerlo en eso que empezó como asociación un 3 de marzo de 1982 de la mano, entre otros, de nuestro querido Santiago Toca –presidente en el último año de Miñón– y queha acabado por convertirse en una especie de grupo Bilderberg defensor de una competición hueca que sobrevive agarrada a su 'play-off' y a la Copa del Rey como únicos atractivos. Lejos de ser un premio, ahora se pincha en hueso cuando llamas a su puerta –¡el vecino Burgos puede dar fe!–. Ya no hablamos de baloncesto. Ni siquiera de números.

Ni la ficticia fase de ascenso que plantea la FEB –más bien un escudo para cubrirse las espaldas ante la ACB, que sí va a jugar por el título– y no se puede jugar, ni el inquietante desembolso económico para el que ya se barajan fórmulas con el respaldo y asesoramiento del ayuntamiento. El problema radica en encontrar apoyos suficientes entre clubes para sumar los doce votos que proporcionan esos dos tercios que deben aprobar los ascensos en la próxima asamblea que celebrará la Liga ACBen verano. La llave de los pobres de solemnidad, en este caso el Carramimbre, radica en convencer a Bilderberg de que hay vida más allá de sus interesadas narices y de que los acuerdos se firman para cumplirse.

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Encuesta mediante, a ninguno le han convencido propuestas como jugar una liga en dos grupos o una competición sin 'play-offs'.

Esa es la primera batalla. Tiempo habrá en esta pausa para explicar si esa cruzada que ha iniciado Mike Hansen tiene colchón detrás o es simple cuestión de orgullo. Por el momento el Real Valladolid de Ronaldo solo pretende echar una mano si es para continuar en LEB Oro, nunca las dos.

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