Con lo justo ante un rival en racha

Recurrir a la épica. Eso es lo que le queda en la palabras del técnico del Comercial Ulsa Ciudad de Valladolid, Paco García, para este viernes (20:45 horas) la visita a Pisuerga del Soliss Alcázar Basket, equipo que llega a Valladolid en racha y empatado a victorias con los vallisoletanos, que suman dos derrotas de manera consecutiva. El problema es la lista de bajas que presenta las ardillas frente al cuadro manchego. A la ya definitiva de Antonio Izquierdo, que precisamente se lesionó de gravedad en el partido de la primera vuelta disputado en Alcázar de San Juan, se suman Miguel González, en recuperación de una operación en su tabique nasal; Boubacar Sidibe, con un esguince de tobillo, y Rowell Graham-Bell, con otro esguince. A ellos se suma la duda de Daniel Astilleros, con un problema en el hombro y que quiere echar una mano.

Con todo esto, el técnico vallisoletano cuenta con siete fichas sénior: Wade-Chatman, Esteban, Morales, Jota Lobato, Davichu Ortega, De la Fuente y Mukendi. Poca pólvora. Como señaló Paco García, en esta semana de entrenamiento el equipo parecía «el júnior reforzado».

«Toca recurrir a la épica. Mi mayor enfado en Zamora vino porque en los últimos minutos, cuando ves que no puedes ganar, bajamos los brazos. Hay que luchar hasta el último balón y eso es lo que debemos hacer ante el Alcázar, que viene lanzado y es el equipo con mejor racha de victorias. Se trata de un rival potente, que se ha reforzado a lo largo de la temporada. Cuenta con un juego interior poderoso y un perímetro que anota mucho. Con nuestras bajas son superiores, pero espero que la afición de Pisuerga ayude a sus jugadores porque lo vamos a intentar», destacó.

Lamentó que haya jugadores que no hayan «dado un paso adelante» y definió a la plaga de lesiones que ha convulsionado al equipo como «ola de mala fortuna».

Sobre su actuación del pasado sábado en Zamora, donde dejó sin cenar a sus jugadores después de la derrota, Paco García reconoció que había perdido disculpas a la plantilla y que su principal error ha sido «trabajar como si fuéramos un equipo profesional, aunque eso nos ha permitido coquetear con la parte alta de la tabla, pero es evidente que no tenemos recorrido porque este no es un equipo profesional».

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