Palencia sigue de fiesta

Como Pocholo pidiendo que no pare la fiesta en un after hours a las dos de la tarde. Así está el Quesos Cerrato, empeñado en que no acaben las celebraciones tras la consecución del título de Copa, algo que dejó claro ayer ante el Amics Castelló en un partido en el que no dio ni una sola oportunidad al rival.

Las apuestas lo dejaban claro. Una victoria del Amics Castelló se pagaba en Sportium a 5 euros por cada euro apostado y los tanteos altos no reportaban demasiados beneficios. La lógica decía que ayer tenía que ganar el Quesos Cerrato y que lo haría en un encuentro en el que se iban a anotar muchos puntos. Y así fue.

El primer cuarto comenzó con el mismo protagonista con el que acabó la Copa Princesa: Dani Rodríguez. El base está con una confianza enorme y todo lo que se juega acaba en canasta. Esta afirmación puede parecer una exageración, pero es que el bueno de Rodríguez anotó 18 puntos sin ni un solo fallo en el primer cuarto y acabó los 10 primeros minutos del choque con 23 de valoración. Faltaba un minuto y 40 segundos para el final del primer acto y Sergio García decidió mandar al banco al MVP de la Copa Princesa, que se llevó la ovación más grande de toda la temporada. El pabellón aclamaba a su héroe y el electrónico reflejaba un 27-20. Quedaba mucho partido, pero las sensaciones eran inmejorables.

Había miedo en Palencia antes del encuentro. No eran pocos los que pensaban que las celebraciones por el título copero podían influir en el resultado, pero el Quesos Cerrato ayer no tenía resaca, quería más fiesta. Los suplentes saltaron a la cancha y los cambios no se notaron en absoluto. La sala rugía y no fue necesario un DJ de relumbrón para hacer mover el esqueleto a los presentes. Bastó lo de siempre: la música pegadiza de la Charanga Los Duendes y un equipo que convierte en un jolgorio cada partido que juega en el Pabellón Marta Domínguez.

El Amics Castelló se mostró incapaz de hacer ese juego que tan buen resultado le ha dado: aquello de coge el rebote y corre. Y es que ayer el rebote vestía de morado y sin rebotear no se puede correr. Los castellonenses no inquietaron en ningún momento a los palentinos, que no necesitaron ni un segundo más a Dani Rodríguez para que se llegara al descanso con un resultado de 56-35.

El partido estaba siendo demasiado fácil. El único aliciente que parecía tener era conocer el techo de puntos y valoración de Dani Rodríguez, que regresó al parqué en el tercer cuarto. La intensidad inicial se tornó en relajación. «Esto está ganado», debían pensar los palentinos, que se dejaron llevar y Sergio García tuvo que pedir tiempo muerto a falta de 4:26 para el fin del tercer cuarto, cuando el marcador reflejaba un resultado de 67-51.

Tal vez el choque estuviese ganado, pero empezamos la crónica diciendo que la meta era que la fiesta continuara y parecía que había habido cambio de DJ, que Avicci había colgado los platos y que entraba en escena el Leonard Cohen más bucólico. La relajación llegó, pero ambos equipos tenían bien claro su rol. El Quesos Cerrato no quería hacer más sangre y el Amics Castelló se defendía para mantener la compostura en un partido en el que nunca estuvo, aunque se le esperaba.

20 puntos, esa era la diferencia al final del tercer cuarto y los últimos diez minutos de partido arrancaron con un resultado de 78-58 que auguraban un final de partido mucho más tranquilo que el que se vivió hace una semana en la final de Copa.

Toda gran fiesta tiene, necesariamente, un bajón y eso es lo que pasó en los minutos finales. Estaba todo decidido. El Quesos Cerrato había bailado como nunca en la primera mitad y tras el descanso se dio cuenta de que se iba a llevar a casa a la chica más guapa del baile por su cara bonita. Estaba todo tan claro que Sergio García decidió dar minutos a los jóvenes. Dani Manchón y Álvaro Reyes tuvieron sus minutos de gloria y el partido acabó con un resultado de 94-75. La fiesta sigue. Pocholo está pensando cambiar Ibiza por Palencia.