Ricardo Sánchez Rico
Martes, 29 de diciembre 2015, 13:05
No está siendo esta una buena Navidad para Nacho Lezcano, extécnico del Quesos Cerrato, quien tras partir a comienzos de mes hacia Venezuela para entrenar al Toros de Aragua, equipo por el que ha fichado, regresó el pasado día 20 a España para asistir al funeral de su padre. Tras pasar la Nochebuena junto a su familia en Vitoria, Lezcano retornó a Venezuela para iniciar la Liga con el Toros de Aragua perdió 87-95 en su debut el pasado domingo ante el Cocodrilos de Caracas y para refugiarse en su auténtica pasión, el baloncesto, al que dedica muchas de las horas del día en su estancia en el país sudamericano.
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«El campeonato empezó hace una semana y nos tocaba jugar contra el Guaiqueríes de Margarita, equipo al que entrena Gustavo Aranzana, pero como estaba previsto el comienzo de la Liga para febrero y se adelantó, no había cosas preparadas y hubo que aplazar el partido. Hay equipos que han jugado ya una jornada», señala Nacho Lezcano desde Venezuela, poco antes de entrenar a su equipo, el Toros de Aragua. «El baloncesto aquí es de buen nivel, tanto de los que llaman criollos, jugadores que son locales, como de importados, que son los extranjeros. Estos son jugadores que llevan años por ligas de Sudamérica, nosotros tenemos por ejemplo a Andre Barrett, que jugó en el Barcelona. En Venezuela, el baloncesto es diferente al que se juega en España, aquí están más acostumbrados al juego físico, con mucho contacto, muy rápido, los pasos no se pitan... Se asemeja al de la NBA, nos se protestan mucho ni las faltas ni los pasos», comenta el técnico vizcaíno.
«La Liga Profesional de Baloncesto la disputan diez equipos, cinco de ellos con entrenadores españoles. Además de mí, entrenan Aranzana, Lluis Pino, Sergio Valdeolmillos y Luis Guil.El técnico español tiene buen cartel, intentamos cambiar su nivel táctico, porque el baloncesto es un poco correcalles en Venezuela.El deporte número aquí uno es el béisbol y el baloncesto, el segundo.Va mucho público a las canchas, en algunas 10.000 y 12.000, en nuestra pista acuden unas 4.000 personas», añade Nacho Lezcano, que se sienta en el banquillo local en el Gimnasio Cubierto Rafael Romero Bolívar, conocido como Coliseo El Limón.
Allí acude el técnico vizcaíno en vehículo con chófer todos los días desde su domicilio, que le acompaña a comer y de vuelta a casa. Esa es la rutina de Lezcano en Venezuela.
«Hago poca vida aquí al margen del baloncesto, paso muchas horas en el pabellón porque estamos en la pretemporada y hay que meter horas. La temporada es muy larga y hay dos partidos a la semana, cada semana hay una serie y en mayo es el play off», subraya el técnico del Toros de Aragua, que reside en una vivienda «en una zona acomodada» y con «condiciones especiales».
«Voy a comer todos los días a un restaurantes que es muy barato para nosotros pero no para la gente de aquí. Venezuela vive una situación difícil, ves las colas que hay en los supermercados para poder comprar cosas básicas como pasta de dientes o pañales para los niños, pero a los de fuera nos tratan muy bien, hay gente pendiente de mí. Venezuela es un país que cuenta con un índice de delincuencia alto, pero no hay que llevarlo al extremo, yo llevo una vida muy normal, no de monje, solo que estoy centrado en lo mío y todas las horas del día las dedico al baloncesto», hace hincapié Nacho Lezcano, que se muestra satisfecho de la decisión que tomó de hacer las maletas rumbo al país sudamericano. «Hablé con los entrenadores que están allí y ellos me animaron. Estoy abierto a vivir experiencias, el baloncesto te ayuda a ver otras realidades y a vivir otras culturas», añade Nacho Lezcano, que echa de menos, eso sí, el invierno de ciudades como Vitoria o Palencia.
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«Aquí hay treinta grados todos los días, entreno con pantalones cortos del calor que hace, pero por lo demás, bien. La comida es buena, me están preparando platos típicos», apostilla el exentrenador del Quesos Cerrato, muy centrado ahora en preparar a sus jugadores para el comienzo del campeonato. «Estamos haciendo muchos entrenamientos, hemos ido contrarreloj y los jugadores están llegando con cuentagotas. Ya tendré tiempo de visitar el país después», concluye Lezcano desde Maracay, ciudad donde reside y que se halla a una hora y media de distancia de la capital del país, Caracas.
Desde Venezuela, donde Nacho Lezcano está embarcado en la aventura de dirigir al Toros de Aragua, el técnico vizcaíno tiene tiempo para seguir a su antiguo equipo, el Quesos Cerrato, y la buena trayectoria que Sergio García, su segundo durante su etapa en Palencia, está teniendo al frente del conjunto después de la marcha de Porfi Fisac. «Nadie esperaba que el Quesos Cerrato se quedara sin técnico a mitad de temporada, pero me alegro por Sergio García, que es mi amigo y he estado muchas temporadas con él. Está preparado para afrontar este reto, conoce muy bien la LEB Oro y a los jugadores, que son veteranos y que están comprometidos.Se dan todas las circunstancias para que las cosas sigan igual de bien en el Quesos Cerrato», apunta Lezcano.
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