«Si jugamos bien se animarán a vernos»

El proyecto del baloncesto femenino segoviano, por el que tantos nombres han desfilado, recae ahora en las manos de Esther Muñiz. La empresa no es pequeña y en esta temporada el Restaurante Magullo patrocina la aventura de unas chicas que sueñan con un pabellón Emperador Teodosio con las gradas llenas. Saben que pueden y creen en ello. Van a por todas.

Su comienzo de temporada con el equipo es inmejorable.

Hemos empezado ganando en una pista complicada como es la de Filipenses, pero aún estamos en fase de rodaje. Poco a poco nos vamos acoplando al equipo, tanto en el aspecto físico como en la compenetración. Ahora podemos entrenar con cuatro chicos y con Toño del CD Base, lo que nos permite jugar cinco contra cinco para practicar. Nos vamos conociendo entre nosotras y eso es lo fundamental.

El vestuario aún espera una llegada, ¿verdad?

Sí, hemos contactado con la argentina Johana Puchetti y estamos a la espera de cerrar los últimos flecos para que venga cuanto antes. Tenemos el sí de ella pero faltan los visados para tramitar su licencia. Espero que pueda estar para el día 1.

Parece que ha llegado por fin la tranquilidad al Unami

El año pasado ocurrió lo de Mauro pero el resto de la temporada no hubo ningún problema. Este año están conociéndose entre ellas, porque la mitad son nuevas, pero las que estaban se llevan muy bien y eso facilita el trabajo. Saben que hay que bregar mucho porque los demás equipos ya están construidos y hasta dentro de dos meses como mínimo no sabremos hasta dónde podemos llegar.

De ponerse metas ni hablamos.

Bueno, mi meta a largo plazo, como entrenadora, es meternos en play off quedando quintas. A corto es trabajar muy duro para poder llegar a ser el tipo de equipo que quiero que seamos sobre la pista.

¿Qué idea tiene de juego?

Busco que despleguemos una defensa intensa y muy agresiva, con mucha presión al balón y que corramos, porque así no jugaremos tanto en estático, que es lo que nos cuesta un poco más. La clave es que no lleguen balones cómodos por el interior que nos puedan hacer mucho daño porque tenemos gente bajita, trabajando mucho la defensa exterior. Defender y correr básicamente.

La labor de la entrenadora es fundamental.

Es trabajo, trabajo y trabajo. Me dedico a hacer labores de scouting, ver vídeos y demás. Las chicas hacen lo suyo, cuando les pido que suban a entrenar los sábados a practicar tiro ahí están y es lo que tenemos que hacer, continuar en esa línea de trabajar duro. Dar razones para que la gente nos venga a ver.

¿Dónde está la clave en esta Liga?

Me he llevado una decepción con Lugo, que perdió en el primer partido en casa de seis con Burgos, que tampoco tiene mucho más de lo que tenía el año pasado. Va a estar un poco entre Maristas de Coruña, San Isidro Valladolid, que para mí es el favorito, y el resto será una incógnita. Nos costará seguro en Santander, que tiene unos arbitrajes bastante caseros. Va a ser fundamental amarrar los de casa y si ganamos entre tres y cinco partidos fuera el objetivo puede estar a nuestro alcance.

¿Qué le falta al baloncesto femenino segoviano para asentarse?

Nos falta mucho, lo primero jugadoras. Se están haciendo las cosas bien, en Unami tenemos trece cadetes, veinte infantiles, diez alevines y no tenemos más porque en las menores las niñas están en los colegios. Tener un equipo arriba es muy importante, de todas formas si nosotras empezamos a ganar partidos y a jugar bien la gente se va a animar a venir a vernos. Se están poniendo los pilares para hacer algo importante y los resultados podrán verse a partir de dos años. Si podemos contar con más presupuesto podremos traer a más chicas de fuera, hemos intentado contar con chicas de Segovia pero no se quieren involucrar, principalmente por los viajes largos.

Puestos a pedir, ¿con quién contaría en su equipo que ahora no esté?

Me gustaría contar con dos segovianas: Alicia, una jugadora que está ahora compitiendo en Madrid y Elisa, que está en Ponce. Me encantaría que disfrutasen con el Unami en Primera pero no solo eso, sino poder estar en Liga Femenina 2. Es una pena que habiendo jugadoras de Segovia tengamos que tirar de gente de fuera, pero si queremos competir es lo que hay.

Quizás haya faltado cariño hacia el baloncesto femenino.

Sin duda. Hubo un vacío cuando en el 2006 el equipo, con gente de fuera, se quedó a las puertas del ascenso y al año siguiente no salió. Fue un palo muy gordo para todos el no tener una continuidad. El año pasado fue como fue y aun así sacamos petróleo, este año tenemos un poquito más aunque esperamos la llegada de Johana, que promedió buenos números en Orense y Badajoz en Liga Femenina 2. Ella nos tiene que dar un salto de calidad.