Del ascenso a Primera del Pucela al furgón de cola

El Pucela regresó a Primera. En un año complicado y convulso, el equipo blanquivioleta dio el do de pecho en el tramo final de la competición, para retornar a la máxima categoría del fútbol español. Lo consiguió a falta de una jornada para la conclusión de la Liga en Segunda División. Derrotó por 3-2 al Villarreal B en un partido en el que tuvo que remontar un 1-2. Lo hizo con un tanto de Meseguer en el minuto 90 y un penalti transformado por Sylla en el 96. Y fue todo un fiestón. Después de un año en el que el trabajo de Paulo Pezzolano –¡Pezzolano dimisión! fue el grito de guerra durante muchas jornadas– estuvo en muchos momentos en entredicho, el Real Valladolid regresaba a la élite un año después. La ciudad lo celebró por todo lo grande.

Pero las varas se fueron volviendo lanzas con el regreso a Primera ya en le horizonte. El dinero y las exigencias económicas de la LaLiga hicieron que el proyecto blanquivioleta perdiese gas. Se fueron jugadores importantes en el ascenso como Monchu, que fue fichado por el Aris de Salónica, o Tárrega, que retornó al Valencia, equipo que lo había cedido al Pucela. Jordi Masip ponía fin a siete temporadas defendiendo la portería blanquivioleta. Boyomo, un jugador clave en la defensa durante la campaña del ascenso, era vendido a Osasuna por necesidades financieras. Jugadores claves que no encontraron recambios de garantías. Llegaron el delantero Latasa y el centrocampista Mario Martín, este cedido por el Real Madrid. Sobre el papel peor plantilla en Primera que en Segunda División.

De esos lodos llegaron los barros clasificatorios. Al equipo de Pezzolano le ha costado competir. Errores groseros impropios de un equipo de máxima categoría han provocado que el conjunto blanquivioleta se fuese hundiendo en la tabla sin remisión, hasta quedar anclado en la zona de descenso por méritos propios.

La única opción es que Ronaldo, propietario del club y una de las dianas de las críticas de los cada vez más dolidos aficionados vallisoletanos, se rasque el bolsillo en el mercado de invierno, una solución que no funcionó hace dos temporadas, cuando el Pucela dio con sus huesos en la Segunda División. La planificación se ha mostrado pésima y de ahí la situación de un equipo que parece abocado, salvo un giro de 180 grados en despachos y vestuario, a suspender al final del presente curso 2024-25.

De momento, el técnico Paulo Pezzolano ha sido la víctima habitual en estos casos tras caer 0-5 contra el Atlético de Madrid en Zorrilla. Le sustituyó el entrenador argentino Diego Cocca.

El otro conjunto blanquivioleta, el UEMCReal Valladolid Baloncesto, no dio la talla en una campaña en la que se esperaba más de un plantel reforzado tras haber conseguido llegar a la final a cuatro de la categoría. Pero las cosas se torcieron, con lesiones –especialmente dura la del base Mike Torres– y sanciones que hicieron imposible el regresar a la lucha por una plaza en la ACB esta campaña. El club ejerció una cláusula al final de temporada en la que podía cortar al técnico Paco Garía, que había estado durante seis campañas en el club, aunque en dos etapas diferentes. El motivo aducido fue la cuantía económica del sueldo del técnico vallisoletano. Con ello, el club pretendía dotarse de un equilibrio presupuestario que al parecer no tenía.

Lolo Encinas se hizo cargo de la plantilla, en una presente temporada en la que las lesiones también están lastrando lo suyo y en la que el equipo se mueve en la zona baja de la tabla de la Primera FEB –nueva denominación de la que era la LEBOro–.

El Caja Rural Aula realizó una magnífica temporada que le permitió clasificarse para disputar esta temporada la EHFEuropean Cup, su segunda participación en una competición continental. Pese a ello, la junta directiva ya saliente decidió que el ciclo de Miguel Ángel Peñas había terminado. Eso supuso la llegada de un viejo conocido como Salva Puig al banquillo. También las elecciones provocaron el aterrizaje de una nueva presidenta, Ana Belén Pastor, que volvió echar mano de Peñas para su directiva.

El Recoletas Atlético Valladolid, con David Pisonero a los mandos, logró una magnífica séptima posición final en la temporada 2023-24. Este año, pese a contar con seis incorporaciones, el equipo se mueve de media tabla hacia arriba.

El VRAC Quesos Entrepinares sigue con su idilio con la liga de rugby. Los de Diego Merino vencieron a domicilio en la final a Recoletas Burgos por 19-20 y se sacaban así la espinita de las derrotas frente a los burgaleses en la Supercopa y en la final de la Copa del Rey. Este triunfo suponía la decimotercera liga quesera.

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