Lebron James realiza su ritual antes de un partido con los Cavs.

Al saber le llaman suerte

Los mejores deportistas confían plenamente en su talento pero ni por asomo se les ocurre desafiar a la diosa Fortuna. Te contamos los rituales y manías de varios de estos astros

chencho alonso

Domingo, 14 de febrero 2016, 18:14

«Menuda suerte tienes», dice el derrotado, a lo que el vencedor en un acto de auto encumbración responde: «Al saber le llaman suerte». ¿Quién no ha sido protagonista alguna vez de esta conversación? El dichoso factor suerte en el que unos no creen y al que otros se agarran como desesperados para lograr su objetivo.

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El deporte es uno de los ámbitos donde la suerte es un elemento más activo y son muchos los que no se atreven a desafiarla. Los grandes deportistas siempre han tenido manías que han cumplido y cumplen a rajatabla con el fin de tener la suerte de cara. Algunos obsesivamente supersticiosos invaden los prolegómenos de sus partidos de rituales. Otros solo dejan algún detalle curioso, a veces prácticamente inadvertido de su superstición.

Estos son algunos de los casos más curiosos:

René Higuita

El mítico portero colombiano, ex del Real Valladolid, nos tenía acostumbrado a sus locuras dentro del campo como hacer el escorpión o salir con el balón hasta mitad de cancha. Pero su secreto mejor guardado eran unos calzoncillos azules sin los que no podía saltar al terreno de juego. Eso sí, previo paso por la lavadora.

Laurent Blanc

Al capitán de la selección francesa no se le ocurrió otra cosa que darle un beso en la calva a su portero Fabien Barthez antes del inicio del primer partido del Mundial de su país en 1998. No les fue mal así que este acto se convirtió en norma habitual hasta que se proclamaron campeones. Años más tarde, ambos jugadores coincidirían en el Manchester United inglés y el Teatro de los Sueños se habituó a esta cariñosa situación.

Ronaldo Nazario

El que quizá haya sido el mejor delantero de la historia del fútbol también se agarraba a la diosa Fortuna. Nunca en un calentamiento previo a un partido se le ocurría disparar a portería. Decía que era «para no gastar los goles», y a fé que le funcionaba. Con los goles, lo de la suerte con las lesiones ya es otra historia. Este ritual lo realizaba ya años atrás otro gran 9 como fue Gary Lineker.

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Iker Casillas

El capitán de la selección española confía tanto en sus manías que es capaz de desafiar a la climatología. Haga la temperatura que haga, Casillas siempre corta sus mangas. Además, cada vez que su equipo marca, él da una palmadita al larguero con la mano izquierda.

Cristiano Ronaldo

Al astro portugués también le gusta seguir un ritual previo al partido. Siempre sale el último de su equipo al terreno de juego. Únicamente hay una cosa que le hace cambiar de opinión, el brazalete de capitán. Además, nunca falta su saltito de rigor nada más pisar el verde.

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John Terry

Al defensa inglés las supersticiones le superan. Antes de cada partido en Stamford Bridge aparca siempre en el mismo sitio. Cuando va en el autobús del equipo siempre se sienta en el mismo asiento y escucha el mismo cd de música desde hace años. ¡El mismo!

Pero no son solamente los que tienen que meter los goles o pararlos los que creen en la suerte. Muchos entrenadores guardan entre sus tácticas de ataque los rituales que deben hacerles lograr éxitos, algunos compulsivamente incluso.

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Carlos Bilardo

El popular técnico argentino, aquel del «¡pisalo, pisalo!» tenía un fe ciega en sus supersticiones. Una vez tras la avería del autobús que llevaba a su equipo al partido, todos los futbolistas se vieron obligados a llegar en taxi al estadio. El gran resultado del choque hizo que fueran muchos más los partidos en los que los taxistas hicieron negocio con él y sus chicos. En otra ocasión, tras comer pollo y perder prohibió esta carne a sus jugadores. ¿Un genio o un loco?

Raymond Domenech

El galo fue el que elevó a la enésima potencia su creencia. Era tanta su devoción por el tema que mientras ocupó el cargo de seleccionador francés basaba sus convocatorias en el signo del zodíaco de sus jugadores. Robert Pires y David Trezeguet, estrellas de la época, se tiraban de los pelos al verse fuera de las listas de Les Bleus por esta razón. Aquí sí que de genio tenía más bien poco

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Luis Aragonés

El mítico Zapatones tenía una personalidad muy peculiar, que todos sus futbolistas alababan, pero era un irredento supersticioso. Luis tenía auténtica fobia al color amarillo así que alguien tuvo que tener una dura disputa para convencer al míster de que la segunda equipación de la selección española en la Euro 2008 iba a ser.mostaza.

Baloncesto

En la cancha de básquet también existen los rituales. Llama la atención que sean algunos de los mejores jugadores los que más recurren a la superstición. Quizás piensen que sin ella su leyenda sería menor.

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Michael Jordan

El mejor baloncestista de la historia no podía saltar a la cancha sin su pantalón corto de la Universidad de Carolina del Norte debajo de la vestimenta oficial de los Chicago Bulls. ¡Y cómo saltaba!

Lebron James

Lo de King James sí que es un verdadero rito. El alero de los Cleveland Cavaliers, como si de un mago se tratase, se embadurna en una fina capa de polvos de talco, lanzándolos al aire y colocándose debajo. Algunos creen que es un acto bastante prepotente. Otros lo viven tanto como él. Además tiene una cinta de la suerte para ponerse en la cabeza.

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Stephen Curry

Este extraterrestre del baloncesto actual pasará a la historia de la NBA por sus tiranas muestras de superioridad en cada partido pero también tiene sus truquitos para tener de su lado a la suerte. Después del calentamiento y justo antes de meterse al vestuario, Curry lanza a canasta desde el túnel. Y el tío pocas veces falla.

Louis Bullock

El que fuera base de Unicaja Málaga y Real Madrid solía dejar exhibiciones partido tras partido. Su acuerdo con la fortuna era no chocar nunca la palma derecha con la de sus compañeros en el previo al choque. La diestra estaba blindada, nadie podía tocarla.

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Fuera del fútbol y el básquet varios son los mitos del deporte que tienen sus manías.

Rafa Nadal

Los partidos de Rafa Nadal están inmersos en una suma de supersticiones que sigue de modo inflexible el tenista manacorí. Siempre evita pisar las líneas blancas, cambia de raqueta exactamente cada 8 juegos y se da una ducha fría antes de la batalla. En algún torneo también ha llegado a jugar con la misma camiseta.

Serena Williams

La mejor tenista femenina aguanta con los mismos calcetines todo el torneo. Entendido queda que lavados cada vez que juega, por supuesto. Siempre en el primer saque bota hasta cinco veces la pelota. Si tiene que repetir bota solo tres.

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Tiger Woods

El que es considerado por muchos como el mejor golfista de la historia tenía una superstición: jugar la última fase de sus torneos con una prenda roja.

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