La periodista madrileña Mamen Mendizábal. Roberto Garver

Mamen Mendizábal: «El periodismo tiene que ser molesto para el poder y estar del lado de la ciudadanía»

I CONGRESO INTERNACIONAL DE PERIODISMO MIGUEL DELIBES ·

La presentadora cree, como Kapuscinski, que su profesión exige «ser buena persona» y tiene en Miguel Delibes «un referente brutal»

E. García de Castro

Valladolid

Sábado, 2 de octubre 2021, 08:15

Inició su carrera en la Ser, donde llegó a dirigir 'La Ventana', y es uno de los rostros más conocidos y reconocidos de la televisión gracias a programas como '59 segundos' de TVE y sobre todo a su trayectoria en La Sexta, donde ha presentado las Noticias y 'Más vale tarde', entre otros. La periodista Mamen Mendizábal (Madrid, 1976) clausurará el I Congreso Internacional de Periodismo Miguel Delibes.

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–Su ponencia tiene un título provocador, 'Más allá de los límites de lo políticamente correcto'. ¿Los ha traspasado muchas veces?

–El periodismo tiene en su ADN lo políticamente incorrecto. Y en La Sexta todos tenemos ese sello de políticamente incorrectos, porque la esencia del periodismo es no bailarle el agua a nadie.

–¿El periodismo debe ser molesto para ser periodismo?

–El periodismo, si no es molesto, no está haciendo bien su trabajo. No creo que tenga que ser hiriente, pero tiene que ir donde están los fallos del sistema, tiene que detectarlos, luchar por solucionarlos y ponerse del lado de la gente. El periodismo tiene que ser molesto para el poder y estar del lado de la ciudadanía, porque tiene que estar vigilante.

«Ahora que he hecho un cambio pienso hacer todo lo que no he hecho, pienso aprovechar, pero no para mirar atrás, sino para adelante. Para devorar la vida»

Mamen Mendizábal

–¿Cuáles son los fallos del sistema democrático?

–Hay varias perspectivas. Desde el punto de vista económico, el fallo eléctrico es brutal. Castiga a los ciudadanos cada año un poco más en el recibo de la luz a cambio de llenar los bolsillos de los que más tienen, de los que se reparten la tostada. Desde el punto de vista político, esto de que todas las opiniones son válidas es cierto, pero no todas son igual de respetables. La opinión de los que nos representan en el Congreso, si no respetan los derechos más básicos, no tiene el mismo peso que las de los demás. Desde el punto de vista social, estamos viendo esta sociedad tan desigual, que es una de las marcas de nuestro país. No me quiero poner pesimista porque no lo soy, pero contra todas esas grietas el periodismo tiene que actuar.

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Capacidad de resistencia

–Ha dicho que heredó de su madre su fuerza, capacidad de resistencia y libertad. ¿Son virtudes imprescindibles en el oficio?

–Bueno, en ocasiones son virtudes y en ocasiones losas que te acompañan. La capacidad de resistencia está muy bien, te ayuda a tirar para adelante, a levantarte cada vez que te caes, pero también te pone en una posición de máxima fortaleza, de no ser nada vulnerable, y eso no sé hasta qué punto es bueno. Pero sí es verdad que en el periodismo hay que tener aguante, paciencia, sororidad, hay que ser buena persona... Lo que decía Kapuscinski yo lo creo firmemente, un buen periodista no puede ser mala persona. Pero sobre todo tienes que estar dispuesto a presentar batalla.

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–A menudo se habla del coste personal de profesiones como esta. ¿Se arrepiente de no haber vivido más fuera de la redacción?

–No, la verdad es que no, porque es todo elegido, y porque cada vez que decimos esto pienso en la gente de las minas, en los transportistas o en tanta y tanta gente que está peor pagada y trabaja mucho más. Aquí lo que hacemos lo hacemos porque queremos, y además con cantidad de vocación. Eso sí, ahora que he hecho un cambio pienso hacer todo lo que no he hecho, pienso aprovechar, pero no para mirar atrás, sino para adelante. Para devorar la vida.

«No sé si para triunfar hay que sufrir, pero sufrir hemos sufrido mucho. En directo se disfruta mucho, pero estar pegada a la actualidad es una enorme responsabilidad»

Mamen Mendizábal

–El 30 de junio se despidió de 'Más vale tarde', su programa durante casi una década. ¿Cuesta dejar la zona de confort, o más bien ha sido una liberación?

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–Las dos cosas pueden ser verdad en paralelo. Cuesta dejar la zona de confort porque saber dónde pisas hace que el trabajo sea un poco más llevadero. Pero por otro lado cuando has decidido que quieres pegar un cambio en tu vida personal y profesional se vive como una liberación, por mucho que el camino al que me enfrento ahora tenga más incertidumbre. También me gustaba eso, no saber qué me iba a pasar mañana ni pasado.

Nuevo programa

–¿Y ese nuevo camino profesional cuál es? ¿Puede avanzar algo?

–Se puede avanzar que estrenaremos en invierno, seguramente. Ya en 2022. Lo voy a hacer con la productora de Jordi Évole, que eso es un sello de calidad impresionante, y se va a emitir en La Sexta. Y después de muchos años dando voz a los mismos, espero dar voz a otros temas y otras personas.

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–El directo es su especialidad. ¿Para triunfar hay que sufrir?

–(Ríe). No sé si para triunfar hay que sufrir, pero sufrir hemos sufrido mucho. En directo se disfruta mucho, pero estar pegada a la actualidad es una enorme responsabilidad. No sé si he sido demasiado perfeccionista o exigente, pero creo que eso es también lo que me ha hecho sufrir, permitirme el mínimo número de fallos.

–¿Un clásico como Miguel Delibes puede ser una inspiración para los futuros periodistas?

–Es que es una maravilla y puede ser una inspiración en todos los sentidos. Desde el punto de vista periodístico y literario, sin ninguna duda. Si uno lee 'Mujer de rojo...', también desde el punto de vista personal, por la sensibilidad, el amor... Delibes para mí y para muchos es un referente brutal, porque como además muchos llevamos dentro un escritor frustrado, los que brillan con luz propia nos dan mucha envidia.

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