Irene Arias: «El trato personal es muy importante»
Los productos tradicionales de la tierra leonesa son santo y seña del Bar Gourmet Curia Regia especializados en raciones y pinchos con los que se han hecho un hueco en la hostelería de la ciudad
Nunca pensó que acabaría dedicándose a la hostelería pero el amor lo cambió todo. Con la incipiente crisis a la vuelta de la esquina, en ... el año 2005, la leonesa Irene Arias buscaba alternativas a su futuro con la mente puesta en unas oposiciones y en otra provincia. Pero el destino quiso que el que hoy en día es su marido le propusiera quedarse para emprender un negocio juntos. La experiencia en el sector de él y las ganas de empezar un nuevo proyecto de ella hicieron el resto. Ahora se enfrentan, como el resto del sector a una nueva crisis provocada por la pandemia global y de la que esperan salir airosos, aunque reconocen que la nueva orden de cierre es nuevo jarro de agua fría.
Primero, abrieron una tienda de embutidos de productos de León en la que estuvieron doce años. «La calidad de los embutidos que tenemos es muy buena y si encima puedes disfrutarlos con una copa de vino, mejor», asegura Irene. El concepto de tienda con la posibilidad de poder degustar y beber un vino de la tierra, funcionó y casi de forma natural, explica Irene, comenzaron a buscar un local más grande para ampliar el negocio. Irene reconoce que «todos estos años fueron un aprendizaje».
Autodidacta en gestión, cocina y atención al público, la oportunidad de estar al frente de su propio negocio llegó tras años de búsqueda de un local con las condiciones idóneas. «Me gustaba la zona (barrio húmedo) en la que teníamos la tienda y además la gente ya nos conocía», así que pasaron años hasta que dieron con el lugar perfecto y en julio de 2017 abrió sus puertas Curia Regia Bar Gourmet. Irene tenía claro que quería mantener la esencia de la tienda de embutidos así que destinaron un rincón para la venta de embutidos, «ahora es al revés, hay más espacio de hostelería y menos de tienda, pero siempre con producto de León», explica.
El arco de piedra que da la bienvenida al establecimiento, el escudo que luce en la fachada y la elección del nombre del establecimiento no fueron una casualidad. «El local está ubicado en parte de lo que pertenecía al palacio Real de León, de ahí su nombre. En el bar además tenemos vinilos con todos los reyes que tuvimos en León», apunta. Enamorada de la ciudad, su pasión se traslada también las raciones que ofrecen en Curia Regia Bar Gourmet donde no faltan la morcilla de León, la cecina, el chorizo de León, el bacalao ajoarriero, rabo, mollejas o carrilleras.
En cuanto a otros platos como el botillo o el cocido, «se pueden hacer encargos y lo preparamos. Para nosotros es muy importante la calidad del producto porque es lo que marca la diferencia». Reconoce que aunque los inicios fueron duros, «de todo se va aprendiendo». Parte de ese logro, corresponde a los clientes, «para mí el trato es muy importante siempre hay que saludar a quien viene a tu casa». Y es que, aunque tímida, considera que una de sus virtudes es recordar a las personas que pasan por su bar, «me acuerdo de sus nombres y eso hace que establezcas una relación más cordial. Siempre tienes que estar pendiente de quien te visita cada día».
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