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Fachas del Mesó Ana Mari en Oquillas, Burgos. A. D. S.
Siempre hay tiempo para parar a comer un buen cocido

Siempre hay tiempo para parar a comer un buen cocido

El Mesón Ana Mari abrió sus puertas en Oquillas (Burgos) en 1996

Andrea d. sanromá

Valladolid

Sábado, 8 de junio 2019, 08:53

No tiene nada que envidiarle al madrileño, el maragato o el manchego. Cada uno en su origen responde a la necesidad de aprovechar el producto de cada zona. Así que en la provincia con mayor número de municipios, Burgos, encontramos restaurantes y mesones en los ... lugares más inesperados. El mesón Ana Mari abrió sus puertas en 1996 en Oquillas, donde apenas hay censados medio centenar de habitantes. De este pueblo es la familia de Alberto Vallujera, propietario del establecimiento, que se ha especializado en el cocido. Su madre, Ana Mari, «es cocinera de casa, vamos, que no se ha formado profesionalmente», explica su hijo, «pero siempre ha tenido muy buena mano». El jueves se ha convertido en el día en que sus clientes acuden a degustar este plato con su sopa y chorizo, espinazo, morcillo, berza... «Lleva de todo», apostilla.

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