Salmón, el color naranja en la mesa

En España pueden encontrarse en algunos ríos de la vertiente cantábrica y en Castilla y León, este pescado está ligado a la provincia de Salamanca donde se defiende la cría y pesca del Hucho (salmón del Danubio) en la piscifactoría ubicada en el municipio de Galisancho. De hecho, en 2019 un joven de 26 años capturó un Hucho hucho de más de 8 kilos en aguas del río Tormes, noticia que recogió la conocida revista de pesca Jara y Sedal.

La orden de pesca para 2022 que publicada en el pasado mes de diciembre en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) y que determina las especies que podrán ser objeto de pesca, así como la gestión de especies no pescables y exóticas invasoras, incluye entre otros además de la trucha o el barbo comunes, el hucho o salmón del Danubio.

La mitología celta le atribuye a este pescado la virtud del conocimiento o la sabiduría. Así que como los ácidos grasos Omega 3, presentes en el pescado azul, tienen funciones importantes para el cerebro, así que podría ser una buena opción para mejorar el rendimiento escolar o de estudios. En cualquier caso, la versatilidad en la cocina queda demostrada por la cantidad de recetas que uno puede preparar, salmón a la plancha, en el horno con cebolla caramelizada, verduras, confitado, en pastel de cabracho, una quiche, tartar, sushi, en los platos de pasta y también en una inmensa variedad de canapés y tapas en las que su versión ahumada es el protagonista.

En este sentido, encontramos propuestas tan originales como el salmón marinado con té Lapsang. Solamente habrá que abrir el salmón y colocarlo papel de aluminio y condimentar con una mezcla de sal, azúcar y té Lapsang. Después, se coloca la segunda mitad del pescado haciendo coincidir la cola con la cabeza y volver a cubrir con la mezcla.

Se envuelve en papel de aluminio se agujerea y se deja en la nevera un día, luego se le da la vuelta y se deja otro día más. Luego se lava, se retiran los restos y se congela. Después ya se podrá consumir cortándolo en finas lonchas. Por su puesto, este pescado se atreve también con el mundo de las ensaladas y de los bocadillos. Así que pocos son los formatos sobre los que no ha tomado posesión este popular pescado azul.

Salmón al horno

Ligera e ideal para ir incorporando un menú menos pesado que el habitual de las recientes fechas navideñas. El salmón al horno es un plato muy sencillo. Y si además lo acompañamos de unos guisantes completamos con una buena aportación de legumbre. Para comenzar, en una sartén se rehogan unos pimientos rojos y verdes cortados a cuadraditos pequeños con unos dientes de ajo laminados, los guisantes y una hoja de laurel. Cuando la verdura esté pochada, se vierte un poco de vino blanco y se mantiene el fuego medio hasta que el alcohol se evapore. Por otro lado, se salpimentan los lomos de salmón y se colocan en la bandeja del horno procurando que la piel esté hacia abajo. Se ponen después las verduras de la sartén por encima del pescado y se añade otro chorrito de vino blanco. Luego se hornea el pescado a 180º durante diez o doce minutos. Dependiendo del grosor de los lomos puede hacerle falta un par de minutos más. Sin embargo, es importante estar pendiente para que no se pase de tiempo porque puede quedar seco.