Wrapp de pollo y lechuga

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Su elaboración es muy sencilla y el precio asequible. Puedes hacer todas las combinaciones que se te ocurran y la carne puede ser de pavo, pollo o ternera. En este caso, se utilizan unos filetes de pollo hechos a la plancha y salpimentados, cuando estén hechos se cortan en finas tiritas. Por otro lado, se cortan y lavan unas hojas de lechuga y unas rodajas de tomate. También añadimos un poco de cebolla y de queso parmesano rallado.

En una sartén se tuesta ligeramente la tortilla de maíz por ambos lados y se coloca sobre el plato. A continuación, simplemente hay que ir montando todos los ingredientes estratégicamente para después poder hacer el rollo sin problema. Se pinta la tortilla de maíz con un poco de mahonesa o una salsa para ensaladas, después en el centro se extiende una pequeña hilera con los ingredientes y luego se enrolla. Primero se dobla ligeramente la parte inferior hacia arriba y después los laterales hacia el centro. Se aprieta y si hace falta con la ayuda de un palillo lo podemos dejar cerrado.

De esta forma estaría listo el wrapp de pollo y lechuga pero los ingredientes que se pueden utilizar son los que más te apetezcan. Para finalizar se parte por la mitad y se acompaña, en este caso, de un pequeño plato de lechuga con tomate, que previamente ya habremos cortado para utilizarlo en esta receta.

Es habitual que se sirvan fríos, pero si te apetece puedes darle el último toque en el microondas o en una sandwichera. Por cierto, además de carne también es frecuente prepararlos con algo de marisco, gambas o langostinos acompañados de una salsa rosa y la mahonesa con un poco de aguacate bien troceado y unas hojas de lechuga. O también de pescado, el salmón es el favorito mezclado con varios quesos blancos y azules y un poquito de lechuga para jugar con texturas, colores y sabores.