Así se recolectan los espárragos trigueros para elaborar una tortilla

Las lluvias y la subida de temperaturas favorecen su aparición y cuando se le pregunta a Javier si está resultando una buena temporada no responde de manera directa. «Por aquí ya no sale casi nadie a buscar espárragos así que es buena temporada desde el punto de vista de que se cogen bastantes porque los que hay, están ahí».

En el vídeo que acompaña esta información se aprecia cómo se esconden entre las carrascas, «son tiernos y muy buenos» y en su caso, los coge con la mano doblando el espárrago con los dedos hasta que se parte el tallo. Ese tallo se debe doblar por la parte más tierna que es la que se come. «El truco está en tener cuidado con la esparraguera, no arrancarla».

Javier habla de «corros buenos» cuando en una determinada zona aparecen varios espárragos prácticamente juntos, pero no suele ser lo normal.

Todavía durante este mes de mayo, si las circunstancias son favorables, se pueden recolectar. La referencia para cogerlos, más o menos, es cuando superan los 10 centímetros de largo y todavía no han espigado.

Su gusto da cierto amargor, son ideales no solo para tortillas o revueltos, también hacen buena combinación con pastas o arroces.

Sus propiedades son muchas pues son fuente de vitaminas A, C, E y K, tienen muy pocas calorías, bajo contenido en sal y son destacadas sus cualidades diuréticas. También son fuente de potasio, fibra y ácido fólico.

Preparación de la tortilla

Una manera sencilla y deliciosa de prepararlos es en tortilla para la que no necesitamos más que el propio espárrago, huevos, sal, aceite y ajo.

En primer lugar se deben partir los espárragos en trozos pequeños y desechar la parte más dura. A continuación se lavan, se secan y se pochan en la sartén con ajo. El truco está en que queden blandos, el tiempo estimado es de unos 20 minutos.

A esos trigueros se les echa sal y se mezclan con los huevos para proceder como con cualquier tortilla. Siempre es mejor freír que cocer para que no pierdan su sabor.