La antigua receta de las sardinas rellenas

Su elaboración es sencilla aunque lleva mucha dedicación. La idea es preparar 16 de ellas para cuatro comensales. Las sardinas se limpian y se les quita bien las espinas. Hay que tener preparados cuatro huevos cocidos que se machacarán un mortero con ajo y perejil. Después se baten bien dos huevos para con ellos hacer la masa con el perejil, el ajo y los otros dos huevos, tratando de dejarlos espesar. Con este relleno se van llenando las sardinas.

Una vez que estén rellenas se tiene agua y harina y se hace una masa para ir envolviéndolas y posteriormente se fríen. Se ralla pan y se cubre el fondo de una tartera con él. A continuación se colocan encima las sardinas sin estar apretadas, se echa un poco de perejil picado y pimienta negra molida por encima, así sucesivamente hasta que se coloquen todas. Hay que tener mucho cuidado de que arriba queden cubiertas también con pan y pimienta. Se les echa parte del aceite con el que fueron fritas y se meten al horno hasta que estén bien tostaditas.

Si quieres otra recomendación, también se pueden gratinar unos minutos en el horno espolvoreadas con pan rallado y perejil. Y se pueden acompañar con una ensalada verde.