En mayo la poda se viste de verde

Así, de un brochazo, esta poda persigue aumentar la calidad de la uva, mantener la sanidad de la planta y hacer más fácil los trabajos que hasta la vendimia se van a realizar en los viñedos –manuales y mecanizados-, incluso la propia vendimia. 

«La poda en verde entra dentro de un conjunto de operaciones que denominamos operaciones en verde, las cuales se realizan cuando el cultivo está en el ciclo vegetativo: desde que brota hasta que se vendimia. Durante ese periodo hay una serie de operaciones que se denominan así porque se manipula la masa verde del viñedo y, una de ellas, probablemente la más importante, es la poda en verde o despampanado». Se trata de «quitar aquellos brotes que se salen de las posiciones de poda», aquellos «pulgares o varas que no los quieres, y así ajustar la carga de racimos», explica Enrique Barajas, investigador en viticultura del Itacyl. Complementario sería el denominado espergurado, «una poda en verde en la que se quitan los brotes no deseados que salen en el tronco o en partes de madera vieja».

Se eliminan los pámpanos, formados por un delgado tallo, un incipiente racimo y las hojas que lo protegen. «Se quitan por su inserción en la madera».

«El objetivo de la poda en verde es regular la carga de racimos», algo que, por calidad, hacen «casi todas las denominaciones de origen, sometidas a una normativa de producción de uva (por hectárea). Para no pasarse de esa producción tienen que regular la carga de racimos. Otro objetivo es estimular el desarrollo de los pámpanos que deja», lo que incrementa la calidad de los mimos, ya que «si suprimes pámpanos los que dejas se van a ver beneficiados, van a crecer más» al tener más nutrientes. «Otro objetivo es eliminar los pámpanos de la posición indeseada, porque no son productivos ni sirven como elemento de poda para el año siguiente».

Y a partir de aquí se consigue: «Facilitar la aireación de la cepa, lo que permite mejor iluminación; mejor microclima en la zona de racimos, lo que mejora su maduración, aireación y sanidad; y también facilita la mecanización y que los tratamientos sean más efectivos». Tratamientos como los destinados a combatir los hongos. Ahora es una época propicia para ellos «pues la climatología es compatible con la aparición del mildiu, porque se están produciendo temperaturas suaves y humedad alta». Ya se han visto algunas manchas en algunos viñedos, por lo que desde el Itacyl han emitido un comunicado a los viticultores para que estén prevenidos.

De momento uno de los peligros que acechan a la viña en esta época, las heladas, parece sorteado, pues después de San Isidro este fenómeno es menos probable, que no imposible. Sin ir más lejos en la madrugada de este 17 de mayo en Ribera del Duero se registraron temperaturas de 2,5 grados.

En Castilla y León la poda en verde se realiza en mayo, cuando los brotes tienen entre 15 y 20 centímetros. Al ser un territorio tan grande el comienzo de la misma depende de la situación geográfica, principalmente. La variedad de uva también influye pero mucho menos. Más temprana es la poda que se hace en el sur, en la DOP Cebreros, como también es luego la vendimia. La brotación y la maduración es más precoz en el sur y estas avanzan según se asciende hacia al norte, hacia zonas como Ribera del Duero o Arlanza, denominaciones más tardías en el ciclo.

Un ciclo al que ahora también podríamos poner cromática sonoridad lorquiana, con aquello de: «Verde que te quiero verde. Verde viento, verdes ramas».