Madre solo hay una y es la mejor maestra

Minica Collantes señala orgullosa que su hijo, Luis Alberto Lera, ha creado escuela porque son muchos los estudiantes de cocina y cocineros de otras provincias españolas que viajan a Castroverde de Campos para conocer los secretos del que ahora mismo está considerado el mejor restaurante de comida cinegética de España. Pero es ella la que puso los pilares de esa escuela. Ella es la maestra.

Juan Pablo, Ricardo y Vicente Peñalba Pérez son los hijos de Pilar Pérez Albéniz, una donostiarra afincada en la Ribera del Duero burgalesa que, después de quedarse viuda muy joven, ha tirado del carro de la familia y del negocio para convertir Finca Torremilanos en una de las bodegas más punteras de esta comarca vitivinícola, de la que fue una de las empresas fundadoras. Pilar ha sido una mujer visionaria que, en los años 80, compartía aviones para viajar por el mundo a vender los entonces desconocidos vinos de la Ribera del Duero. Ella era la única mujer en aquellos duros primeros viajes y hoy la bodega exporta el 80% de la producción, una realidad que ha ayudado a salvar la cuenta de resultados de la empresa familiar en tiempos de pandemia.

Noemí y Emilia Bocos Arévalo crecieron empapándose del negocio familiar y asimilando la esencia del legado de su madre, María Encarnación Pajares. Al igual que en el caso anterior, la pasión por todo lo que hacía ha forjado la trayectoria profesional de sus hijas, que ahora están al frente de Asados Don José y los restaurantes Molino de Palacios (Peñafiel, en la provincia de Valladolid) y Palacio de los Condes (Fuentidueña, en Segovia).

La cocinera Raquel Andrés lidera una saga de hosteleros en Peñafiel. Su forma de trabajar y su ejemplo han servido para que sus hijos María de los Ángeles, Goyo, Justa, Raquel y Félix (fallecido) y sus nietas Ángela, Alba y Virginia hayan seguido sus pasos

Los hermanos Jesús y Miriam Prieto Serrano tienen presente los consejos maternos para mantener la esencia del restaurante Serrano de Astorga (León). Telvi Serrano les ha enseñado la base de la cocina, el valor de hacer las cosas bien y la importancia de atender todos los detalles para que el cliente se vaya satisfecho.