Gastronomía en femenino: el mejor pollo de corral de Burgos

El proyecto nacía hace casi 23 años, el 1 de mayo de 1997, pero con un concepto totalmente diferente al actual. Entonces, se trataba de un local peculiar, diferente y que llegó a tener una lista de espera de más de un año. Begoña y su pareja, Ángel Hérranz, más conocido como 'Alforjillas', combinaban la cocina tradicional con un espectáculo de humor e imitaciones musicales. Algo que se truncó, a principios de 2013, por el inesperado fallecimiento de Ángel.

Desde entonces, tras unos duros momentos, Begoña decidió tirar del carro y mantener las puertas del local abiertas. De esta manera, optó por reinventarse, completando su formación en enología, sumillería y cocina de vanguardia, para así diversificar la oferta. En estos años, ha conseguido que su local perviva en el difícil mundo del negocio en el medio rural.

Del antiguo concepto sí conservó su modelo de restaurante de reserva y se ha especializado, sobre todo, en servicios para grupos y celebraciones. «Aunque ya no haya show, ponemos música, baile y permitimos que las sobremesas se alarguen lo que quieran los comensales», explica Begoña. En la carta, su fuerte es la comida tradicional, aunque también con algunos guiños a elaboraciones más de vanguardia. «Tengo seis o siete menús distintos que no son cerrados, es decir, pueden intercambiar los platos de unos u otros; yo facilito la elección de los platos, pero el que elige es el cliente, aunque no es una carta abierta», explica. La ventaja de este sistema es la garantía de la calidad del producto. Al ir con reserva y ofertar unos platos determinados, la carne, el pescado y las verduras son muy frescos, seleccionados y están elaborados en su punto. «Garantizas un producto fresco y una elaboración cuidada», afirma.

El plato estrella, sin duda, es el pollo de corral. «Vienen a comerlo aquí, pero también preparo comida para llevar, por encargo. Hay mucha gente que pasa a por ella, incluso me preguntan por la receta que llegué a hacer en directo desde el restaurante para una televisión nacional. También tiene mucho éxito el arroz con bogavante», detalla. Begoña completa su propuesta con garbanzadas y paelladas acompañadas de rutas de senderismo que guía algunos fines de semana.

Asimismo, en plena Ribera del Duero, la tradición vitivinícola está muy presente en El Rincón del Pasado gracias a su Museo del Vino. Se sitúa junto al restaurante, en una bodega subterránea tradicional rehabilitada y que se ha ido decorando con utensilios relacionados con el vino.

«La visita al museo y las catas de vino son un gran aliciente para los que acuden al restaurante o las personas que quieren adentrarse en esta cultura», indica Begoña López. A varios metros por debajo del suelo se disfruta del vino con una cuidada colección de botellas, canillas, descorchadores, pellejas, tapones, recipientes y objetos varios que introducen al visitante en el mundo de la cultura vitivinícola.