Puesto de Hamburguesa waiyu en el Sonorama Ribera. S. G.

Festivales de música, un incontestable escaparate gourmet

Repartidos a lo largo de la región, movilizan a miles de personas que disfrutan de sus grupos favoritos, pero también de las especialidades gastronómicas de las ciudades anfitrionas

Viernes, 1 de julio 2022, 18:37

Congregan a miles de personas dispuestas a disfrutar de la música de sus grupos favoritos y se han convertido en un estilo de turismo al alza. Los festivales proliferan a lo largo y ancho de la región, con programaciones cada vez más ambiciosas que van ... mucho más allá de las actuaciones musicales. El estilo indie es el que más destaca en este tipo de eventos, aunque también hay espacio para el rock, el country o la música más comercial. Sin embargo, todos ellos tienen una base en común, un público entregado mucho más allá de lo que se presencia en el escenario. Lo dan todo a la hora corear y bailar las canciones de sus grupos favoritos, pero también en todos los atractivos que ofrecen las ciudades anfitrionas, poniendo especial atención en las especialidades gastronómicas, sus productos estrella y los vinos con Denominación de Origen.

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La horquilla de edades de los asistentes a los festivales cada vez es más amplia y hay un núcleo muy potente que sobrepasa la treintena. En esa franja se contempla un mayor poder adquisitivo y también un especial interés por la buena mesa. En un estudio realizado por una empresa organizadora de eventos en 2019, el último año antes de la pandemia, se fijaba el gasto de los festivaleros entre 100 y 500 euros. Aunque el mayor porcentaje, un 31%, destinaba 300 euros al gasto. La mayor parte de esa repercusión corresponde a la hostelería. Restaurantes, bares y tiendas de productos gourmet que se convierten en el sector más visitado y beneficiado por el público festivalero.

Bien lo saben en Aranda de Duero, cuya población se duplica en el mes de agosto con la celebración de Sonorama Ribera. El festival por excelencia de la región, situado entre los mejores del país, genera una repercusión económica de unos diez millones de euros. Entre los días 10 y 14 de agosto, el evento reunirá a más de 100.000 personas en cinco días de conciertos y soplando las velas de su 25 aniversario. Por el escenario arandino pasarán nombres de primera línea como C.Tangana, Izal, La MODA o Jeanette, a los que acompañaran hasta 150 bandas de todos estilos y tipos. «Entre nuestros cabezas de cartel también estarán el lechazo asado y el vino de Ribera del Duero», pregona siempre su director, Javier Ajenjo, que además de poner el foco de atención en sus contrataciones musicales, también promociona las ofertas gourmet de la buena mesa arandina y ribereña. Poner Aranda en el mapa fue uno de los objetivos que se planteó cuando, junto a la Asociación Art de Troya, creó el festival hace un cuarto de siglo. «Nosotros queremos que vengan y vivan mucho más que la música, que prueben nuestra gastronomía, nuestro vino, que conozcan las bodegas subterráneas y que luego vuelvan a lo largo del año. Hemos comprobado que eso es así y el impacto va más allá de los días del festival».

Asadores y hornos de leña

Entre el público sonorámico, el plato imprescindible es el lechazo asado en horno de leña. Los asadores de la ciudad son el principal reclamo de los festivaleros, triplicando y cuadruplicando turnos y acabando los servicios de comidas bien avanzada la tarde. Casa Florencio, Asador El Pastor, El Ciprés o El Lagar son algunos de los preferidos. El sueño entre los conciertos diurnos y nocturnos es degustar un cuarto de lechazo asado al estilo Aranda, solo elaborado con agua y sal, en un horno de leña de encina, una fórmula que consiguió hace dos años su marca propia. Aquellos que prefieran comidas más vanguardistas tiene la oportunidad de disfrutar en Cumpanis reconocido con un Sol de Repsol a la cocina de David Mota, en el restaurante 51 del Sol con el chef David Izquierdo a los fogones o La Pícara Gastroteca con Sandra Chicote al frente. Para propuestas más informales, rápidas y de picoteo, las preferencias están en las terrazas de El Somaten o El Tío Juanillo. Otro de los iconos ma es el mítico cachi de croquetas caseras que ideó el propietario del restaurante El Cid, recientemente cerrado. La propuesta seguirá vigente en la misma ubicación, en el nuevo 'Él, Tú y Yo' que abrirá sus puertas a mediados del mes de julio.

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El almuerzo matinal corre a cargo de la organización. Desde sus inicios, con la clara intención de promocionar los productos de la tierra y la cultura del vino, Sonorama organiza almuerzos populares en bodegas subterráneas. Unas galerías medievales situadas en el subsuelo de la ciudad, a una profundidad media de once metros y una temperatura constante de 16 grados. Allí, la morcilla de Aranda, el chorizo local, y el clarete de Ribera, se convierten en el mejor tentempié para coger fuerzas y enfrentar los conciertos matinales del centro de la ciudad.

Y en el recinto del festival, los foodtruck o furgonetas gastronómicas toman protagonismo. Los preferidos, sin duda, los productos del terruño. Las hamburguesas de carne de wagyu de Finca Santa Rosalía y los platos de jamón recién cortado por los burgaleses de Los Finos, se convierten en el complemento perfecto para disfrutar de los conciertos. Este año, según avanza el director de Sonorama también se trabaja en una propuesta gastronómica a cargo de cocineros destacados del ámbito local, provincial y regional.

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Barbacoa Country

La localidad segoviana de Riaza alberga uno de los festivales más peculiares del panorama regional que une vida sana, mundo rural y música de raíces americanas. Este bello enclave se convierte en el epicentro del country los días 16 y 17 de julio. La música tradicional americana enfocada a un ocio familiar y a la degustación de una amplia gama de productos en los que se cuida la alimentación saludable. Más de 5.000 personas disfrutarán de los acordes de algunas de las mayores estrellas vivas de este género como The Wild Feathers, Nikki Lane, Mike and The Moonpies, The Dirty Browns o Peralta. El Huercasa Country Festival hace honor a su principal patrocinador con la posibilidad de disfrutar de una amplia gama de sus productos, convirtiéndose en el evento con una de las barbacoas más grande de España. En la oferta gastronómica se puede disfrutar de un menú campero compuesto por mazorcas de maíz a la plancha, tacos de remolacha, patatas asadas y hamburguesa de ternera de los establecimientos de la localidad. Otro de los imprescindibles es el puchero de legumbres.

En la oferta gastronómica de Riaza destaca la comida tradicional castellana, con el lechazo asado a la cabeza, cochinillo, y productos derivados del cerdo como careta asada. El Restaurante La Porticada, Matimore Casa Moreno o Las Columnas son algunos de los preferidos de los incondicionales del country. En la oferta de pescados sobresalen la caldereta de bacalao y la trucha, y en los postres toman protagonismo los amarguillos elaborados con la tradicional receta de Riaza, las tortas de chicharrones y las tortas sobadas.

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Muestra Gastronómica

Cumple dos décadas de vida y los celebra con un cartel totalmente sorpresa. No se han desvelado los nombres de los grupos que pasarán por Miranda de Ebro a soplar las velas del Festival Eurovisión del 1 al 3 de septiembre. A pesar de ello, están a punto de colgar el cartel de no hay billetes, demostrando la fidelidad de su público. No se conocen las formaciones que se subirán al escenario, pero sí se confirma que un año más la gastronomía estará muy presente. «Las primeras ediciones comenzamos con una comida popular, hasta que llegamos a la muestra gastronómica. Cada año, coordina un cocinero de renombre que se encarga de los once puestos que hay de establecimientos y restaurantes de la ciudad», explica Ramiro Molinero, presidente de la asociación Rafael Izquierdo, organizadora de la cita.

De esta manera, se sacan los fogones a la céntrica Plaza España para mostrar a los miles de visitantes las bondades de los productos locales y la buena mano de los cocineros. «Siempre trabajamos con productos kilómetro cero y de la comarca de Miranda, así el público conoce nuestra gastronomía», detalla Molinero. En esta línea, destaca que triunfan especialmente el tomate de Miranda, la morcilla y las delgadillas, un manjar arraigado en la tradición culinaria mirandesa, pero poco conocido fuera. Es similar a la morcilla, con distintas proporciones en los ingredientes y visualmente parecido a las salchichas. En la muestra gastronómica también hay espacio para el Chacolí de Miranda.

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Muestra gastronómica al hilo del Ebrovisión. EL NORTE

Además de ese escaparate de la buena mesa, el responsable de Ebrovisión pone el acento en la calidad de la oferta de restauración en la localidad. «Somos una ciudad muy gastronómica y de un nivel muy potente», incide. Entre las propuestas sobresale el restaurante Alejandro Serrano, el chef más joven en recibir una estrella Michelin, o el Restaurante La Roca del cocinero Alberto Molinero triunfador en Madrid Fusión.

Planeta Sound

Es su segunda edición después de un exitoso debut en 2019. La pandemia desencadenó un parón obligado, pero vuelve a Ponferrada los días 15, 16 y 17 de julio. El Planeta Sound, un festival de corte indie, reunirá en el Estadio Colomán a nombres como La MODA, Sidonie, Lory Meyers, Dorian, Shinova o Ladilla Rusa.

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En el festival se brinda con vinos de la Denominación de Origen Bierzo y se degusta variedad de propuestas gastronómicas a través de una docena de 'foodtrucks' donde también hay hueco para la gastronomía local. Fuera del estadio, a plena luz del día los escenarios se trasladan a algunas de las plazas más céntricas de la localidad berciana. Una vez concluida la programación matinal, llega el turno de adentrarse en las propuestas culinarias. Las estrellas son el botillo, la cecina, también los pimientos asados con Denominación de Origen, dulces o picantes, y con una textura singular. En los postres destaca la tarta de castañas y las peras conferencia al vino.

Hamburguesas en un puesto en el Planeta Sound de Ponferrada. EL NORTE

El mayor reclamo en cuanto a oferta hostelera es su estrella Michelín, el restaurante Mu-Na del cocinero Samuel Naveira. La Central, 7 Sillas o Don Jaime son otras de las propuestas que más llaman la atención del público festivalero.

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Chuletón preparado por Diego Huete, jefe de cocina del Parador de Ávila. G. V.

Naturaleza

En un paraje natural único, en Hoyos del Espino situado en plena Sierra de Gredos, se celebra el festival Músicos en la Naturaleza. Alrededor de 15.000 espectadores disfrutarán de los éxitos de C.Tangana, Leiva e Iván Ferreiro el sábado 23 de julio. En el evento se da el perfecto equilibrio entre música, gastronomía y paisaje. Un maridaje ideal en un enclave singular en el que hay un gran número de restaurantes, algunos de alta cocida. «Se come muy bien, hay varios restaurantes muy buenos», opina Cecilia Sánchez, una abulense incondicional del festival que cada año asiste fielmente a disfrutar de los atractivos musicales y gastronómicos.Al estar en Ávila, sin duda, la materia prima por excelencia es la carne. «El chuletón, el entrecot de ternera, el solomillo. De primero un buen embutido, unas patatas revolconas, unos callos tradicionales…», explica. En restaurantes, la recomendación se centra en La Mira de Gredos y El Milano Real para comidas más formales. En el plano informal, destaca El Drakar, con una buena oferta calidad precios de pinchos y menús vanguardistas. La oferta gastronómica de la zona es muy amplia con establecimientos donde se puede degustar un buen plato combinado con base de carne o un aperitivo con patatas, lomo y panceta. Muy cerca de Hoyos del Espino, en Navarredonda de Gredos, se sitúa el que fuera el primer Parador Nacional, donde también se puede degustar la buena gastronomía.

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