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Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo. A lo que habría que añadir pero «siempre debemos desayunar», puntualiza el Catedrático de Endocrinología y Nutrición de la Universidad de Valladolid, Daniel de Luis. «Hay estudios que demuestran que las ... personas que no desayunan son más obesos aunque parezca una contradicción», insiste.
Por cierto, el ayuno intermitente es una propuesta que entra en las lista de las tendencias del verano para perder peso. Se trata de la abstención total o parcial de comer durante un tiempo determinado, antes de volver a comer de forma regular. «Requiere de un seguimiento de un médico», subraya el nutricionista.
daniel de luis
Así que, cuál sería el desayuno perfecto, ¿dulce o salado? «En realidad ni dulce ni salado», afirma. Lo que no debe faltar es un lácteo que aporte vitamina B, cereal en forma de pan tostado y una pieza de fruta. A partir de ahí, las combinaciones varían, las tostadas pueden hacerse con aceite de oliva, «tiene más evidencia cardio saludable que el aguacate aunque los dos destacan por las grasas monoinsaturadas». Pero también hay cabida para las mermeladas siempre y cuando sean bajas en azúcares y lo más naturales posibles. En cuanto a la pieza de fruta si lo que le apetece a uno es un buen zumo, «si puede hacerlo en casa perfecto, si no que sea bajo en azúcares y que tenga pulpa», aclara.
En cualquier caso, lo que se debe tener claro es que con el desayuno se debe alcanzar el 15% del aporte energético del día. Por este motivo, algunos de los desayunos más tentadores cuando se viaja al extranjero o se pasan unos días de vacaciones tienen más de alguna contraindicación desde el punto de vista nutricional. Del famoso desayuno inglés con bacon o panceta, huevos, salchichas, pan o tostadas, judías estofadas o champiñones y tomates fritos acompañado de una taza de té, «creo que nos quedaríamos con la taza de té porque son muchas calorías y grasas saturadas», señala Daniel de Luis.
En la misma línea, si la opción es la del desayuno continental, donde no falta un sinfín de opciones de bollería y embutidos, aunque eso sí «se salvan los yogures, las tostadas y la fruta», apunta. Con relación a desayuno vienés con huevos, algo de carne, huevos cocidos y panecillos o el americano donde no faltan sus tortitas son todo tipo de aderezos «suelen ser hipercalóricos. Hay que desayunar bien pero no excederse», concluye.
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