Cremosas croquetas de boletus

Le gusta cocinar «pero no para dedicarme a ello» puntualiza y especialmente preparar esta receta que dedica a su tío, «le encantan las setas, así que cuando viene de visita preparamos estas croquetas». A este aperitivo le acompaña una tortilla de patatas y un arroz negro o un chuletón con ensalada, según sugiera Ana de la Plaza.

Las croquetas de boletus sobretodo requieren de paciencia y tiempo para conseguir que la masa quede bien ligada. En una sartén a fuego medio se derrite la mantequilla y entonces se le añade una cebolla bien triturada. Una vez esté pochada, se añaden los boletus y se va removiendo hasta que se hagan. A continuación, ayudado con un colador o un tamizador es echa la harina poco a poco y se seguirá dando vueltas a la mezcla. Después, se añade medio vaso de nata para cocinar y la leche, «reservamos un poco para el final», recomienda.

A fuego medio se remueve haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj a fuego medio. A medida que espese se irá desprendiendo de la base de la sartén primero por el centro y luego también por los laterales. En ese momento se vierte el resto de leche reservada, una pizca de sal y se termina de remover mientras se apaga el fuego. Se retira la masa a un cuenco de cristal, « la masa cae sola y no se ha pegado» observa Ana de la Plaza.

Se deja a temperatura ambiente y se tapa con papel film hasta que se vayan a hacer las croquetas. Tras unos minutos, ya se puede manipular la masa y se hacen las croquetas dando la forma que ha uno más le gusten redondas o rectangulares. Se pasa por harina, después huevo y luego pan rallado y a la sartén con aceite. En este punto, la estudiante de magisterio recomienda que se controle la temperatura «no debe estar muy fuerte porque luego se queman por fuera y por dentro quedan crudas», explica. Ayudados con dos cucharas se les va dando vueltas a las croquetas hasta que se vayan haciendo y adquieran una tonalidad dorada. En el momento de retirarlas se prepara un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite y estarán listas para servirse.

Ana explica que en su casa normalmente se comen en domingo y aboga porque los niños participen en la cocina cuando se prepara la comida. «Para mí saber cocinar te abre el mundo de saber cuidarte a ti mismo», reflexiona, «es importante para evitar la obesidad infantil que los niños sepan lo que comen y participen de la cocina porque por ejemplo seguro que si hacen una pizza utilizarán productos más naturales que los que llevan las industriales», señala. Y además añade, «y luego además si vas a un restaurante te ayuda a valorar lo que comes».