Conocer a través de los alimentos

Para dar mayor dinamismo y diversión al taller de cocina, se ofrece un sinfín de posibilidades para que cada alumno elija su versión preferida y dé rienda suelta a su creatividad. Pelos naranjas con zanahoria rallada, pelo verde o amarillo con pasta de colores… El colorido de los ingredientes ayuda a definir las caritas en una rebanada de pan de molde.

«Sabemos la importancia de la diversidad, por ello queríamos que cada uno decidiera el color y forma de pelo, de los ojos, la boca, etc.», desvela la profesora. Los pequeños disfrutan al máximo de la actividad, y la diversidad está servida porque cada una de las caras es totalmente diferente al resto. Ya no solo en el aspecto sino también en la actitud. De ahí que haya rostros sorprendidos, otros tristes, también contentos o incluso enfadados. «Cada cara tiene una historia, se profundiza en las emociones, tan importantes desde la educación infantil y que cuentan tanto de los alumnos», detallan las educadoras.

En resumen, se trata de un taller de lo más sencillo en el que se ha trabajado ámbitos tan variados como la diversidad, el vocabulario en inglés, las emociones, el trabajo en equipo y la alimentación saludable. Los peques, según reflejan sus rostros y palabras, han disfrutado al máximo y ya cuentan los días para una nueva cita para acercarse a la cocina.

Ingredientes: Rebanadas de pan de molde, pasta cocida, uvas, mandarinas, plátanos, zanahorias y kiwis.