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Solo o acompañado. El café es más que una bebida. Es la excusa perfecta para compartir un momento con amigos, familia o compañeros, para entablar una conversación de trabajo o de negocios o simplemente para dedicártelo a ti mismo mientras lees el periódico o ... escuchas la radio. Siete de cada diez castellanos y leoneses lo consumen a diario según el estudio de hábitos de consumo de la Federación española del café. El vallisoletano Adrián Rodríguez recopila cinco consejos para aprovechar el potencial de esta popular bebida.
Primero. Comprar una buen café. La calidad en el mundo gastronómico es clave y no es una excepción cuando se habla de vinos y la importancia de la uva. Así que en esta ocasión, el café tampoco no va a ser menos. Las tiendas especializadas ofrecen una amplia gama de granos naturales o para moler en casa que van desde los más amargos hasta los más suaves o los dulces con un toque a crema de cacao.
Segundo. Sin azúcar. Esta puede ser una sugerencia controvertida por la costumbre de endulzar debido a idea arraigada de que un café es siempre amargo pero Adrián Rodríguez insiste, «recomiendo que cuando tomamos un producto de esta calidad lo tomen sin azúcar. Es más sano y además en estos cafés con sabores tan naturales y especiales con toques a chocolate, lícor o frutos rojos no es necesario añadirle nada más».
Tercero. El agua. El agua filtrada asegura una mayor calidad. También hay que calentarla a la temperatura adecuada si la preparación es en cafetera con filtro debe alcanzar los 90 grados. Para comprobarlo se utilizará un termómetro de cocina o de medición del agua.
Cuarto. Moler el grano. En este sentido, el barista explica, «si lo podemos hacer recién molido mucho mejor». Además de los molinillos manuales también están los eléctricos que agilizan bastante el trabajo. Por cierto, sobre el tipo de cafeteras, insiste «no importa tanto el sistema. Se puede usar una italiana o una cafetera de cono. Lo importante es disponer de un buen café».
Quinto. Mantener las medidas. Para una cantidad de 20 gramos de café molido se recomienda unos 360 gramos de agua que previamente se habrá calentado a 90 grados si se va a preparar con filtro. Se humedecerá el filtro con el agua y a su vez se precalentará la cafetera, «con lo cual no hacemos el café sobre frío». Después se echará el café molido, un poco de agua y se esperan unos 30 segundos para que empiecen a aflorar los aromas. Luego, es cuestión de verter poco a poco el agua, se retirará el filtro y listo para tomar. Si la opción es con una cafetera italiana, «se pone el fuego alto y cuando el café comience a salir se baja el nivel de calor», apunta.
Con estas recomendaciones, Adrián González espera que los lectores de Degusta disfruten de una buena taza de café. Por cierto, sobre el café con leche bromea «no hay problema por añadir leche. De hecho hay granos que se prestan más para este tipo de sabores», tampoco si ahora que el calor aprieta se opta por añadir un par de hielos. Eso sí, no convence la opción de echar un chorrito de orujo en este tipo de cafés a menos que «si es para hacer un combinado, cocktail o bebida de especialidad», puntualiza el barista que con su marca Cosmos Café acerca los sabores de medio mundo hasta las tierras vallisoletanas.
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