Francisco Somoza es un arquitecto multidisciplinar, responsable de la recuperación del patrimonio histórico de Zamora. El profesional zamorano está muy vinculado a la hostelería de su tierra y es un amante de la pintura y los viajes. Francisco Somoza es un apasionado del vino y su tierra. De los vinos de Zamora a los que como buen arquitecto esboza con la mejor de las figuras. Vinculado al mundo de la hostelería, no entiende esta sin el vino y admite que el sector ha adquirido tanta fuerza que puede caminar solo sin la necesidad de ir vinculado a la gastronomía. Inalienable a la cultura, vincula su sabor al néctar de los dioses y a las distintas deidades de las civilizaciones más antiguas, de Egipto a Roma pasando por Grecia.
Publicidad
–¿Qué es lo que más le gusta del mundo del vino?
–La relación con el territorio y su dependencia de la naturaleza hacen que cada año, cada cosecha sea una aventura en la búsqueda del equilibrio y en la persecución de la calidad.
–¿Alguna preferencia y por qué?
–Los vinos de España y entre ellos, los tintos de Toro. El tinto es Toro. Me gustan los vinos blancos de Galicia, los del Priorato o los de El Bierzo. Los vinos que están elaborados por los maestros, Esteban Sánchez, Mariano García, Raúl Pérez, Álvaro Palacios…
–¿Qué es el vino a la hostelería?
–Es imposible entender los bares o los restaurantes sin la presencia del vino. Tradicionalmente el vino ha sido un complemento para la gastronomía, ahora cada vez más se está invirtiendo esta relación, pasando a tener el vino un papel protagonista.
–Zamora puede presumir de vino por…
–Zamora es ya una referencia indispensable en el mundo del vino. Aquí se elaboran algunos de los mejores vinos del mundo. La transformación respetuosa con la tradición en los procesos de elaboración que Manuel Fariña protagonizó fue fundamental y muchos de los vinos que aquí se elaboran tienen con él una deuda de gratitud impagable.
Publicidad
–¿Con qué maridaría su vino favorito?
–Un par de huevos fritos con jamón y no me complicaría mucho más.
–Una copa de vino y…
–Gente a la que quieres para compartir la felicidad que proporciona.
–Elija tres vinos: uno para una tarde con amigos, una comida de trabajo y uno para sentarse a contemplar el Lago de Sanabria.
–Para una tarde con amigos bebería Solideo, un vinazo que hace Belén Sanz en la Dehesa de los Canónigos. Para la comida de trabajo, tomaría una botella de Díscolo, un vino de Toro como es debido; y para disfrutar de las vistas del Lago, un Sketch de Raúl Pérez, para unir magia con magia.
Publicidad
–¿Con qué personaje, músico, artista, escritor…, aunque no sea contemporáneo, se iría de vinos?
–Con Rafael Moneo, que hace un magnífico vino en La Mejorada, sabe y disfruta del vino, y es uno de los arquitectos fundamentales de esta época, con el que siempre aprendes a ver las cosas de otra manera.
–Un momento de su vida que se recuerde con una copa de vino.
–Cenando en Lasal de Zamora con Mariano García, sus vinos, un menú espectacular de Rubén Becker y una conversación inolovidable.
–¿El vino es cultura?
Publicidad
–Por supuesto, una copa de vino alberga conocimiento y respeto por la naturaleza, ya que solo desde el respeto a los dictados del terreno y el clima es posible aproximarse a un buen resultado. El vino está estrechamente ligado a la historia, desde la antigüedad los vinos tenían dioses. Hathor para los egipcios, Dioniso para los griegos y Baco para los romanos. ¿Quién puede dudar que el vino forma parte de nuestra cultura?
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.