Miguel Ángel Rojo: «Si no simplifican los trámites, ya hay bodegas que dicen que se salen»

–¿Hubo nuevas bodegas en la DO Arlanza el pasado año?

–Sí, se inscribió Bodegas Septien, en Santo Domingo de Silos.

–¿Cómo ha quedado la entrega de contraetiquetas en 2020 por la pandemia?

–En 2019 se entregaron 371.297 contraetiquetas y en 2020, solo 226.227, esto representa un descenso del 40% de las ventas. Es el peor dato de nuestra historia, con cifras muy por debajo incluso de nuestros inicios, que fueron duros. Ha sido un desastre. Nuestro principal mercado es la hostelería, sobre todo el chateo. En Lerma y en Burgos han estado los bares sin terraza casi todo el año cerrados. Me parece absurdo que ahora dejen abrir los restaurantes con el 30% de aforo y no permitan atender en las barras con las mismas medidas.

–¿Han subido las ventas en la alimentación y 'on-line'?

–Son los canales en los que han movido más las ventas las bodegas. No tenemos datos específicos, pero suponemos que sí haya habido un aumento, aunque prácticamente insignificante.

–¿Depende mucho la DO de las exportaciones?

–No, realmente las exportaciones apenas representan el 7% del total de las ventas de las bodegas. En 2020, se vendieron 209.957 botellas en España y 16.270 botellas en otros países.

–¿Cómo han evolucionado?

–Las exportaciones sí que han evolucionado favorablemente, ya que se ha duplicado el volumen de ventas al exterior. En 2019 se exportaron 11.737 botellas de vino, y en 2020 han sido 16.270, lo que supone un incremento del 38%.

–¿Los principales mercados?

–La Unión Europea representa el 10% del total. Los principales países a los que se envían vinos son Bélgica, Polonia, Holanda, Alemania, Austria, Finlandia y Reino Unido. En el resto del mundo, los principales países son China, México, Canadá, Suiza y Andorra. El país más afectado ha sido Estados Unidos por la subida de aranceles por parte del gobierno Trump.

–¿Pudieron realizar sus presentaciones en 2020?

–No nos podemos quejar porque hemos sacado adelante todos los proyectos programados. A principios de 2020, fuimos a Barcelona y Valencia, y luego llegó el cierre. La administración nos amenazaba con retirar las ayudas concedidas, así que en lugar de presentaciones para mil personas las hemos hecho para 20 en las escuelas de hostelería. Por cierto, los bodegueros están muy enfadados con la administración.

–¿Por qué?

–Porque están todo el día de papeleo. Si no simplifican los papeles, ya hay bodegas que dicen que se salen de la DO Arlanza para elaborar con contraetiqueta de Vino de la Tierra de Castilla y León, porque son más fáciles los trámites. De hecho, las DO más pequeñas vamos a pedir revisar toda la tramitación. Tenemos solo una persona en el Consejo Regulador y exigen lo mismo papeles por elaborar cien botellas que por 100.000.

–¿Cuáles son las principales actividades para este año?

–No podemos quedarnos parados porque la situación es muy difícil. Hemos programado presentaciones en San Sebastián, Santander, Alicante, Málaga y Madrid, y también vamos a organizar una misión inversa para que periodistas especializados, distribuidores, etc, vengan a conocer las viñas, las bodegas y los vinos en mayo o junio.

–¿Los principales retos?

–Estoy ilusionado porque tenemos un grupo de jóvenes interesados por el viñedo. Mi duda es qué va a ser de todo esto con esta pandemia. Arlanza necesita que venga un valiente con nombre y prestigio porque tenemos un gran potencial. En 2008 con la crisis se perdieron muchos proyectos; ahora habíamos empezado a relanzar la Ruta del Vino Arlanza y se ha ido todo al garete. Es más difícil que cuando empezamos.

–¿Está dispuesto a seguir al frente de la DO Arlanza?

–Llevo de presidente desde 1999. Casi, casi te garantizo que no tengo intención de seguir. He vendido todas las tierras, excepto 3,5 hectáreas de viña, y quiero dedicarme a viajar, a mis animales y mi huerta. Llevo mucho tiempo y ya tengo 67 años. Antes disfrutada más, pero ahora el trabajo es más monótomo, papeles, papeles, papeles y quejas.