Mercedes Calvo, CEO de una tonelería

«La madera le da al vino longevidad»

Comenzó su andadura profesional al frente de una academia de idiomas. Su conocimiento de distintas lenguas le llevó a colaborar con la empresa familiar de fabricación de barricas y toneles destinados a algunas de las bodegas más destacadas. Acabó totalmente involucrada en el reto y, hoy, Mercedes Calvo lleva las riendas de Tonelería Duero, situada en la villa burgalesa de Aranda de Duero. Es una de las pocas mujeres que regentan este tipo de negocio a nivel nacional. El mundo de la madera esconde, sin lugar a duda, muchos de los secretos de los grandes vinos.

–¿Cómo llegó a esta vinculación al mundo de la tonelería?

–Mi vinculación viene por la familia. Mis abuelos hacían las cubas grandes en el pueblo. Se dejó durante un tiempo por parte de mi padre, allá por los años 60, cuando la gente prefería elaborar en hormigón y en grandes cooperativas. Luego, retomaron la profesión. En aquel momento, me dedicaba a los idiomas y eso siempre complementaba la tonelería, ya que había que pedir madera, investigar por qué la gente apostaba por tonelerías francesas… Me empecé a vincular, dejé la academia y me dediqué de lleno a esto. El vino lo llevo en la sangre como buena ribereña.

–¿Qué significa la tonelería en el mundo del vino?

–Es fundamental si se quiere hacer un vino de calidad. Una barrica lo que te va a dar es longevidad a ese vino. Hay que saberlo dosificar, que no te coma el producto. En definitiva, la barrica es longevidad y lograr el bouquet ideal.

–¿Se sigue trabajando de forma manual?

–Nosotros sí. Entendemos que la madera se debe trabajar con las manos porque tocas para saber si va a tener problemas o no. Muchas veces, las maquinas no lo detectan. Hacemos un trabajo muy artesano, utilizamos máquinas que nos ayudan, tenemos las últimas tecnologías en grabación en láser, pero principalmente lo hacemos a mano.

–¿De dónde llegan los clientes?, ¿de qué zonas y países?

–Tenemos clientes de Ribera del Duero, Toro, Cigales, en Rueda, incluso en la Rioja, Galicia, Andalucía… También a nivel internacional, tenemos clientes reconocidos. En Centroamérica van buscando más para ron, a los de Japón les hacemos para el whisky y son de una determinada forma, no son como las del vino. Taiwán, Vietnan, Canadá, Austria y Holanda son otros de los países a los que vendemos. No sólo hacemos barricas nuevas, entendemos que la sostenibilidad es importante y tiene que ser nuestra premisa. Cuando una barrica ya no sirve para elaboración de vino, le damos una segunda vida. Normalmente, las utilizamos para decoración. Tenemos un cliente muy importante, de una cervecera muy destacada, y le hacemos mesas y sillas específicamente de esas barricas. Es madera premium, lo mejor de lo mejor, es importante darle una segunda utilidad.

–¿Mejor madera es sinónimo de mejor vino?

–Cada vino requiere una determinada madera y va a depender de lo que quiera el cliente. No quiere decir que porque sea más cara es mejor barrica. Partimos de una base, en las tonelerías seleccionamos los mejores robles para hacer barricas, para hacer muebles o vigas puede servir casi todo, pero para las barricas no. Tiene que ser madera de primera, no sirve toda la madera. A veces hay mermas, hay que secarlas, en ese proceso hay perdidas. Desde que se tala un árbol hasta que se hace una barrica, es un proceso en el que pueden pasar cinco años tranquilamente.

–¿Para adentrarse en el mundo de la tonelería es necesario saber de vinos?

–Desde luego. Nosotros partimos de la base de que estamos en Ribera. Aquí, tenemos vinos tranquilos, pero como ahora hay clientes por todo el mundo, de whisky, brandy, vermut o cervezas, tenemos que conocer los gustos y qué matices quieren sacar. Es imprescindible saber qué quieren elaborar y qué producto les tengo que aconsejar.

–¿Qué tipo de vino le gusta a Mercedes Calvo?

–Un tinto con un poco de crianza.

–¿Su maridaje preferido?

–Un jamón, si puede ser de los buenos de Guijuelo, con un vino tinto. Es maravilloso. O unas ostras con un rosado.

–¿Su momento preferido para disfrutar de un buen vino?

–Un sábado por la tarde con unos amigos. Ese es el momento más relajante. A la hora de socializar.

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