José Manuel Pérez Ovejas: «Después de meses complicados, ha llegado el premio y lo mejor está por venir»

-Tras un periodo de reflexión se incorpora como asesor técnico corporativo de J&C Prime Brands, grupo con bodegas en Cava, Penedés y Ribera del Duero. ¿Cómo afronta este reto?

-Supone una gran ilusión profesional y agradezco enormemente la confianza que el grupo ha depositado en mí. El objetivo es dar lo mejor de mí a nivel profesional y contribuir con mi experiencia y conocimiento al departamento técnico de una empresa bodeguera icónica, con un prestigio e imagen que se identifica con cavas y vinos de la más alta categoría.

-Después de una larga trayectoria en Ribera del Duero, el proyecto abre el reto de nuevas denominaciones de origen

-La verdad es que el mundo del cava siempre me ha gustado, siempre ha despertado pasión en mí. Puede que incluso haya influido en que tenga esta preferencia. El grupo quiere que participe en todas las bodegas y eso es enriquecedor. Me abre nuevos horizontes, nuevas formas de viticultura y enología. Creo que a nivel profesional es algo que aporta y ayuda a seguir mejorando

-Ya ha deshojado la margarita con esta elección, pero han sido muchas las ofertas que han llamado a su puerta…

-He tenido bastantes ofertas, pero ya es pasado. Afortunadamente he recibido propuestas de trabajo de muchas regiones vitivinícolas de España y de fuera también. Me tomé un tiempo para pensar y tomar la decisión y, ya con la cabeza más fría, elegí. Me siento muy contento y agradecido por el reconocimiento que he tenido de compañías importantes del sector, que me llamaron, se fijaron en mí y quisieron incorporarme a su equipo.

-¿Internacionales?

-Tuve alguna de Italia, de Francia y, hasta de Corea del Sur, pero eso suponía cambiar un poco la vida.

-Cómo ha sido este año, tras esa salida de Viña Pedrosa que iba más allá de un puesto de trabajo

-No ha sido un año fácil porque, lógicamente, además del plano profesional, estaba la componente familiar. La situación también afectaba a mi padre que es mi referente y mi maestro. Han sido unos meses duros en los que me ha dado tiempo para aclarar ideas y, hoy en día, ese tema es ya pasado. Soy una persona optimista y ahora solo pienso en el futuro. Tengo muchas ganas de trabajar y un futuro profesional y personal por delante. En estos momentos, conservo la ilusión del primer día, cuando elaboré mi primera cosecha en el año 1989, está intacta y eso es lo más importantes. Después de meses complicados ha llegado el premio, los aires son favorables y lo mejor está por venir.

De tiempos difíciles… ¿También se aprende?

-Desde luego. Se aprenden cosas y también te das cuenta de lo que importa. Nunca me he encontrado solo. Me he sentido arropado, muy querido y valorado. He percibido mucho apoyo, eso es gratificante y me ha dado fuerza para seguir adelante. Mi familia, el mundo profesional, los medios… Lo valoro enormemente. He sacado en conclusión que me encuentro muy satisfecho con el camino recorrido e ilusionado con el que está por venir.

-El grupo J&C ha adquirido en Ribera del Duero las bodegas Pagos de Anguix y Campos Góticos. ¿Qué objetivos se marcan?

-El objetivo es conseguir que la bodega se convierta en una gran referencia en la Ribera del Duero y un vino que adquiera en los próximos años un gran prestigio a nivel nacional e internacional. La primera apuesta será siempre la calidad y trabajaremos por grandes objetivos. Diversificar y hacer una política de marca muy potente