«En la interpretación y en el vino se busca gustar, seducir, emocionar...»

Saltó a la fama por su papel de icónico héroe en la serie 'Águila Roja', o sus participaciones en series de culto como 'Los Hombres de Paco 'o 'Compañeros'. David Janer llegó al mundo de la interpretación tras cursar estudios de informática y de licenciarse en filosofía. Ahora, ha unido una nueva faceta, la sumillería. Para ello, se ha formado en el mundo del vino, sin dejar de lado la interpretación.

–Centrémonos primero en su faceta artística… ¿En qué momento está?

–Ahora mismo, a punto de estrenar, el día 20 de diciembre, una serie sobre el mundo del vino. Se llama 'Enológica' y se emitirá en Filmin, Amazon y otras diversas plataformas nacionales y de Latinoamérica. Curiosamente, está producida por una productora de la zona, Konsak producciones, de Zamora. Y sin renunciar, claro está, a mi faceta como actor.

–¿Cómo se acercó a esta cultura vitivinícola? 

–En casa siempre ha habido una buena relación con el mundo del vino, tanto en su vertiente hedonista como cultural e histórica. En este caso, estudiar sumillería fue una evolución natural.

–¿Dónde están sus preferencias respecto al vino? Zonas, matices, categorías...

–No tengo demasiadas preferencias y cuando las tengo, se van modificando en mi afán de ir explorando nuevas tipologías, estilos, zonas o productores. Me gusta conocer e ir aprendiendo, así que podríamos decir que esa es mi principal preferencia: conocer todo lo que se pueda.

–¿En qué se parecen la interpretación y el vino?

–Quizá que en ambas facetas uno trata de transmitir cosas al público, al receptor. El actor quiere hacer «vivir» experiencias al espectador, plasmar la vida que está escrita en un texto, negro sobre blanco. El elaborador de vino hace lo mismo, trata de interpretar una idea, una emoción, un paisaje, una zona y la refleja en su vino... Ambos quieren gustar, conmover, emocionar, seducir...

–Hagamos maridaje cinematográfico. Una película para un vino joven, otra para un vino crianza y un último film para un reserva. 

–No soy de los que maridan cine y vino; en todo caso, algún buen vino de postre, tipo Madeira, Oporto, Px, fondillón, brandy o whisky. Y claro, ahí lo marca mucho la película... Cine negro o cine clásico, con un brandy o un whisky; un western, muchas veces con un Oporto o Fondillón, etc...

–¿Y con una serie?

–Pues dependería de la serie en cuestión. Con la fabulosa 'Mad Men' maridé alguno de sus capítulos con whisky, y es que no paraban de beberlos allí...

–¿A qué filosofo visualiza disfrutando de un buen vino?

–Pues, por ejemplo, a Sócrates o a Platón. Los visualizo en medio de una de sus interesantes charlas, tras un banquete.

–¿Cómo tiene que ser el vino perfecto?

–El que maride perfectamente con la situación. Es decir, con el momento, la persona, la comida y el objetivo. Hay vinos que son para charlar animadamente, otros para hacer negocios, otros que invitan a meditar o a gozarlos en soledad, etc... Lograr el «vino perfecto» también depende, en parte, de nosotros.

–¿Qué momento elige para abrir esa botella de vino que guarda para una ocasión especial?

–Pues que haya llegado esa «ocasión especial»...

–Un brindis

–Como Bill Murray en 'Atrapado en el tiempo', brindo por «la paz mundial»; que, en este sentido, toda la humanidad seguimos viviendo bajo el día de la marmota.

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