Guillermo Cruz entra a formar parte del equipo de las bodegas Pago de Carraovejas y Ossian

Ya es oficial. El sumiller Guillermo Cruz ha entrado a formar parte del equipo de las bodegas Pago de Carraovejas, en Peñafiel, en plena Ribera del Duero vallisoletana, y Ossian Vides y Vinos, en Nieva (Segovia), en la DO Rueda. Así lo ha confirmado Pedro Ruiz Aragoneses, director general de ambas bodegas, para señalar que ambos tienen entre manos «muchos proyectos conjuntos de cara al futuro». De entrada, el que fuera Mejor Sumiller de España en 2014 pasa a ser embajardor de marca ('Brand Ambassador') de las bodegas y echará una mano al equipo en el restaurante gourmet Ambivium de las instalaciones de Peñafiel, donde la familia Ruiz Aragoneses confía lograr en el fututo una estrella Michelin.

Aunque la imagen de las bodegas es la familia, Pedro Ruiz señala que «Guillermo Cruz va a ser embajador y va a participar en muchos proyectos futuros para transmitir nuestra pasión». El hijo del restaurador segoviano José María Ruiz recuerda, además, que el sumiller nacido en Zaragoza ya es profesor en el Máster en Dirección y Gestión de Bodegas que imparte la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid, del que Pedro Ruiz es director académico.

El propio sumiller también informa en las redes sociales de su nueva incorporación. «Hoy arranco en este proyecto cargado de ilusión y energía¡ Paso a formar parte del equipo de @PagoCarraovejas & @Ossina Vinos !Feliz¡», señala en Twitter, a la vez que cuelga una imagen de él mismo con su nuevo jefe, Pedro Ruiz, en un viñedo de Peñafiel.

Al mismo tiempo. se incorpora como embajador de marca internacional en Pago de Carraovejas y Ossian el periodista, escritor y elaborador de vinos en California José Ignacio Cuenca.

Guillermo Cruz dejó en enero el restaurante vasco Mugaritz, tras desavenencias con el chef Andoni Luis Aduriz. Al margen de las denuncias mútuas que se pusieron en su día, el director general de Pago de Carraovejas y Osssian asegura que «soy amigo de Guillermo Cruz y a los amigos hay que apoyarles, sobre todo en los momentos malos». El despido puso fin a una relación laboral entre Cruz y Aduriz que había comenzado en el año 2012 en el Mugaritz.