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Fito Robles: «La música eleva el vino a la cima de las bebidas»

El cantante de Siloé defiende que taninos y acordes tienen una gran conexión

Miércoles, 14 de diciembre 2022, 22:03

Es uno de los pocos españoles becados por la Berklee College of Music de Boston. En 2016 creó Siloé, banda con la que se ha hecho un hueco destacado en el panorama musical. Sin duda, la música es su pasión y la vive con intensidad subido por los escenarios en conciertos y festivales. Fito Robles presume también de su tierra de adopción, la Ribera del Duero que le toca muy de cerca por su familia política. Eso, sin duda, marca y crea vínculo con la cultura del vino.

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–¿Qué significa el vino para Fito Robles?

–El vino para mí es fiesta. Es mi padre el día que comía con nosotros en casa, el olor a reunión de scouts con antiguos miembros… es celebración de la vida.

–Podemos decir que es casi un ribereño de adopción… ¿Eso marca?

–Desde luego que sí, que marca Me encanta mi tierra vecina, la Ribera del Duero. Voy mucho a Aranda, es un nido de buena gente, sencilla y disfrutona. No me extraña que pasen siempre cosas buenas. Mi mujer y su familia se nota que se han criado con lo mejor.

–Qué aporta la música al vino y viceversa

–La música eleva al vino a la cima de las bebidas. Imprime sofisticación. Y en la vertiente contraria, la música, desde luego, necesita emborracharse y olvidar la técnica, el vino lo consigue.

–La conexión entre los taninos y los festivales parece cada vez más estrecha

–Todo aquello que tiene que ver con la posibilidad de ser por un rato feliz tiene una gran conexión. Es normal que se unan y mariden así de bien.

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–Un momento en el que nunca pueda faltar el vino...

–Una cena con amigos, la cerveza no le llega ni a la suela.

–¿El vino le ha acompañado en algunas composiciones? ¿Y en el escenario?

–El vino nunca me acompaña para componer, ni en los escenarios. Esos, para mí, son momentos en los que me gusta sentir exclusivamente la música. Pero, tras terminar seguramente sea mi mayor aliado.

–¿Vinos para acompañar las penas o las alegrías?

–Para mí, Pícaro del Águila se merece un hueco entre mis ratos de alegría siempre. Eso sí, un Viña Pedrosa levanta la peor tarde del año.

–Entendido en vinos, aficionado… ¿En qué nivel se situaría?

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–Uyyyy... Confieso que no llego ni a aficionado. Solo me dejo llevar, sin expectativas. Me gusta prácticamente todo lo que esté bueno. No soy de mirar la etiqueta, sino de probar y después mirar el nombre para decir: ¡Joder, qué bueno! Lo mismo da que haya costado 6 o 130 euros.

–¿Blanco, tinto, rosado, espumosos?

–Soy de tinto, solo eso.

–Hablemos de vino y posibles y variados maridajes: ¿Con una canción?

–'Las Ballenas', un tema de Jero Romero. Hay que darle su rato, dejarlo reposar, buscar el momento...

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–Con un grupo de música...

–Para mí, sin duda, con Lori Meyers. Son la bandera de la alegría y la nostalgia. Disfrutar, gozar y llorar.

–Con un festival de música...

–Lógicamente, con el Sonorama. En el festival, pero también en las calles de la ciudad. Ese ambiente que se vive en las calles del centro de Aranda, en comentarios de barra, de descubrimientos, de amores, de amistades fugaces y de soledad. El mejor maridaje

–Con un lugar...

–Santa María, la iglesia. Está bien eso de que el vino te convierta en alguien que quieres ser, pero que se convierta en sangre de Cristo, cuidado.

–Con una propuesta gastronómica...

–Me quedo con algo sencillo en casa. Me encanta una cosa que hace mi suegra, un poco de reducción con vino dulce y foie y algo de cecina.

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