«En España se están haciendo vinos con sentido común»
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Gemma Vela, primer sumiller Mandarin Oriental Ritz Madrid y Silvia García, jefa sumiller Mandarin Oriental Ritz MadridCastilla y León no solo tiene motivos para estar orgullosa de los grandes vinos que está dando al país y al mundo, sino que también los tiene, y muchos, para sentirse muy orgullosa de las y los grandes profesionales que está aportando al sector. Dos claros ejemplos son los de Gemma Vela y Silvia García, compañeras en el Mandarin Oriental Ritz, Madrid. Gemma, de Aranda de Duero, es primer sumiller del hotel, mientras que Silvia, Urueñas (Segovia), es la jefa sumiller.
–¿Gemma, Silvia, cuantos años llevan trabajando en el Mandarin Oriental Ritz Madrid?
Gemma Vela. –Mi primer día de trabajo, en este hotel, fue el 7 de septiembre de 1995.
Silvia García. –Yo llevo relativamente poco, unos cinco años, en relación con la historia del hotel que data de 1910 y al tiempo que lleva Gemma, ella es toda una institución para mí, era mi ejemplo a seguir y ahora tengo la suerte de que es mi compañera. ¡Cositas que te regala la vida!
–¿Qué supone para un profesional de la sumillería formar parte de la plantilla de un histórico y un icono de la hotelería de este país?
G. –Trabajar en este hotel ha sido, es y siempre será un privilegio. Poder ser parte de este equipo de grandes personas y estupendos profesionales hacen que cada día sea especial.
S. –Para mí es una autentica satisfacción y una gozada, sinceramente, no puedo decir que era un sueño, porque jamás me hubiera imaginado que tendría la suerte de poder trabajar en el mítico Ritz, ahora rebautizado como Mandarin Oriental Ritz, Madrid.
–¿Cómo partícipes de ello, a ser parte del equipo de Quique Dacosta, cómo están viviendo el éxito de la propuesta gastronómica del hotel que en muy corto espacio de tiempo ha conseguido dos estrellas Michelin?
G. –El éxito de Quique Dacosta es innegable y nos ha permitido dar a conocer al hotel tanto por la parte del alojamiento como por una sobresaliente gastronomía a nivel mundial.
S. –Trabajar con Quique Dacosta es un privilegio, no solo por su genialidad, que es algo que hace tiempo ha dejado claro, sino por el tipo de líder que es, es una persona que tiene las cosas claras y que si te elige es porque te conoce profesionalmente, te deja hacer, confía en su equipo y lo apoya al cien por cien y esto es un matiz que marca la diferencia. De esta manera genera confianza tanto en tí mismo como en el proyecto, es una persona muy observadora, serena y eficaz.
–Son jóvenes pero poseen un importante y largo bagaje profesional, avalado por prestigiosos reconocimientos. Con esa experiencia, ¿cómo valoran la evolución en nuestro país del mundo del vino en los últimos años?
G. –En el mundo del vino existe una constante evolución y en estos momentos los bodegueros están centrados en recuperar variedades autóctonas, dar a conocer las particularidades de su zona, métodos de elaboración más sostenibles y adaptación al temido cambio climático. Eso sí, se realizan cambios, pero sin perder sus orígenes y filosofía.
S. –En los últimos diez años creo que la evolución ha sido más que positiva, sin duda, además de manera radical. El vino ahora mismo en España está en un punto muy alto, tanto en la calidad del producto, como en el respeto por la tierra, el entorno, la historia; a nivel márquetin es cercano y divertido cuando debe serlo y sobrio y elegante cuando le toca. Creo que ahora en España se están haciendo vinos para las personas, vino con sentido común y con saber hacer.
–¿Y en cuanto a su profesión, la sumillería, como valoran su evolución, su profesionalización?
G. –Llevo en el mundo del vino más de 30 años y la evolución que yo he experimentado, durante estos años, va muy rápida. Hay más interés por este apasionante mundo del vino, tanto a nivel nacional como internacional, con grandes profesionales y con una mejor selección y organización en las cartas de vino.
S. –La profesionalización, unida a la educación, era necesaria y se está llevando a cabo de manera muy satisfactoria. Por otro lado, y a nivel personal, como sumilleres, creo que nos hemos dado cuenta de que somos profesionales que ofrecemos momentos de placer y complicidad a nuestro cliente. Hace años que nos bajamos del pedestal del esnobismo y empezamos a trabajar la inteligencia emocional para poder llegar a las necesidades reales de las personas que deciden venir a nuestro establecimiento, ahora somos nosotros los que les prestamos atención y hacemos una escucha activa.
–¿Su cliente es conocedor de vino? ¿Acude a los restaurantes y bares del hotel con las ideas claras o suele solicitar consejo?
G. –En la gran mayoría de los casos, sí son grandes conocedores y apasionados del mundo del vino, tanto de referencias españolas como extranjeras. Efectivamente, tienen las ideas claras, pero siempre están atentos a nuestras sugerencias para poder descubrir nuevas elaboraciones.
S. –El cliente cada vez sabe más de vino y esto es algo digno de agradecer. Nosotros tenemos la suerte de tener distintos universos y cada uno con su propia idiosincrasia, por lo tanto, tenemos todo tipo de clientela.
–¿Es de paladar clásico o también quiere dejarse sorprender siguiendo sus recomendaciones profesionales?
G. –Tenemos ambos casos y, a muchos de ellos, les gusta dejarse sorprender.
S. –Contamos con ambos. Se agradecen los paladares clásicos que saben lo que quieren y que se mantienen firmes a sus convicciones, con los que puedes tener una conversación amena sabiendo ambos de qué hablamos, también tenemos a los aventureros, que siempre quieren probar cosas nuevas y ser sorprendidos, estos nos dan un punto de diversión extra.
–El perfil de sus clientes es muy amplio: nacional, internacional, local. ¿Qué les aporta profesionalmente el contacto diario con ese gran abanico?
G. –Nos aporta mucha información sobre qué tipo de vinos se consumen en otras latitudes del mundo.
S. –Nos aporta conocimiento, debemos estar preparados y conocer los gustos de todo un mundo de posibilidades, si bien es cierto que el cliente internacional suele estar interesado en los vinos españoles, pero debemos entender que el gusto de un cliente estadounidense no es igual que el de un cliente francés o un cliente ruso.
–¿Cuáles son las principales zonas productoras de la bodega del hotel? ¿Castilla y León tiene buena representación?
G. –Contamos con un amplio abanico de vinos de todo el mundo y Castilla y León cuenta con una surtida selección de vinos reconocidos por todos los protagonistas de este sector.
S. –Tratamos de tener un poco de todos los lugares donde se elaboran buenos vinos, pero sí es verdad que Burdeos, Borgoña, Napa, Champán o Mosela no pueden faltar con una representación más fuerte; bajo mi punto de vista son, entre otras, las grandes zonas. En España tratamos de hacer lo mismo, lo que no falta es Rioja, Rías Baixas, Jerez o Cava. Castilla y León, nuestra tierra no puede faltar, desde Ribera del Duero, Toro, Bierzo o Rueda a Valtiendas, Cigales o Cebreros, también bastantes Vinos de la Tierra que no necesitan acogerse a Denominación de Origen porque están de sobra valorados por su inmensa calidad.
–¿Cuál es vuestra valoración de los vinos españoles en general, y de los castellanos y leoneses en particular?
G. –En España tenemos, y cada vez más, muchos de los mejores y más valorados vinos del mundo, aunque una gran parte del público aún no sea consciente. Los vinos castellanos y leoneses son, sin duda, parte de esos embajadores que han posicionado al sector vinícola español entre los principales de los cinco continentes.
S. –Creo que, en general, estamos haciendo un gran trabajo a nivel nacional e internacional.
–¿Qué destacáis de ellos, de los vinos de Castilla y León?
G. –Son vinos con marcada personalidad, elegantes, longevos y que dejan huella al degustarlos. Nunca pasan desapercibidos y, de hecho, han sabido crear una nueva tendencia a nivel nacional.
S. –A mí me gustaría destacar el trabajo que están haciendo los productores de las 'pequeñas' denominaciones de origen (Valtiendas, Arlanza, León, Cigales, Arribes, Valles de Benavente, Cebreros, entre otros). El mundo del vino es un mundo realmente sacrificado y complejo, pero estas personas que creen en su tierra, en sus variedades, en su historia, en sus raíces, sin ir avalados por una gran DO sufren un sobreesfuerzo. Hay que ser muy valiente para seguir adelante y con confianza; generalmente es necesario hacerlo mucho mejor si cabe, para poder seguir adelante, mantenerse y darse a conocer.
–¿Cuáles son las zonas productoras favoritas de su tierra, Castilla y León, y de España?
G. –Es muy difícil definirse por algunas ya que existen novedades sorprendentes en la gran mayoría de las zonas de elaboración. Pero siempre me tira mi tierra burgalesa.
S. –Yo soy muy de mi tierra y soy muy, pero que muy fan de Valtiendas. Me encanta la determinación que tienen y el carácter de sus vinos. Rueda en la zona de Nieva, la gran desconocida, que nos da unos verdejos absolutamente extraordinarios. Creo que actualmente Bierzo está en un punto a tener en cuenta: la evolución interna que ha sufrido tanto a nivel Denominación como a la hora de entender sus propios vinos y necesidades es digna de estudio, se han rehecho en función de su historia y están creando un legado único.
–¿Alguna variedad de uva favorita?
G. –Siempre la tinta del país, más conocida como tempranillo.
S. –Todas, mientras estén bien elaboradas.
–¿Tienen preferencia por los tintos, los blancos, rosados, espumosos, generosos, dulces?
G. –Cada vino tiene su momento, su compañía y su armonía con cada plato o producto gastronómico.
S. –Pues dependiendo del momento; no me gusta marcarme límites.
–¿Conocen alguna zona productora de España en la que se elaboren buenos vinos y sea la gran desconocida?
G. –En cada zona de España existen vinos buenos y sorprendentes, desconocidos para el consumidor final, debido a una escasa producción.
S. –Cebreros.
Esta entrevista forma parte del suplemento +Vinos que entrega El Norte de Castilla con su edición impresa del sábado 21 de diciembre. De igual manera, todas las piezas que componen esta publicación especial aparecerán en la web del diario decano de la prensa española. En ellas, los lectores podrán encontrar una amplia y variada gama de propuestas para brindar, acompañar las comidas y cenas u obsequiar a los seres queridos. Tintos, blancos, rosados, dulces, espumosos… Todo ello acompañado de entrevista con el actor y sumiller David Janer, el intérprete y creador Fernando Cayo, el cantante Sienna o el escritor Francisco Nalda, que dan su particular visión del mundo del vino y cómo se relaciona con las distintas disciplinas culturales. También se podrán leer algunas charlas con profesionales del vino, como sumilleres y de otras disciplinas con la arquitectura, la fotografía, la tonelería, el diseño gráfico y la medicina.
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