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Nieves Caballero
Valladolid
Viernes, 30 de abril 2021, 17:47
La Ribera del Duero es el buque insignia de las denominaciones de origen de Castilla y León y abanderada del resto por su prestigio y trayectoria. Su presidente desde 2013, el viticultor y bodeguero Enrique Pascual, subraya que la actual situación de ... pandemia es la peor dificultad a la que se ha enfrentado por los cierres y limitaciones en la hostelería, que provocaron un descenso de casi el 12% en las ventas durante 2020, un decrecimiento del que se salvaron los vinos más longevos y de mayor valor añadido. La DO tuvo que adaptarse a las circunstancias y comprobar que es necesario diversificar y apostar por las exportaciones porque son el futuro de esta comarca vitivinícola regada por el río Duero.
–2020 fue un año complicado. ¿Cómo quedaron las ventas respecto a 2019?
–El Consejo Regulador de Ribera del Duero entregó 78,4 millones de contraetiquetas en 2020 a las bodegas. La difícil situación que está atravesando la hostelería española, sector al que la DO apoya y respalda, influyó en el volumen de las contraetiquetas entregadas, con una disminución del 11,9% respecto al 2019. Bien es cierto que, tras un primer semestre marcado por el estado de alarma, la entrega de contraetiquetas se recuperó a partir de julio con un incremento del 0,6% en el segundo semestre del año. Los vinos de Ribera del Duero de Gran Reserva y Reserva, caracterizados por su calidad y longevidad, son los que mejor se han comportado con un crecimiento del 11,3% y 4,2% respectivamente, lo que augura un fuerte posicionamiento en esta línea.
–¿Cómo reaccionaron a las nuevas circunstancias?
–El cierre de la hostelería ha hecho urgente buscar nuevas fórmulas y adaptarnos a unas circunstancias totalmente nuevas. Pero quiero destacar la capacidad de nuestros profesionales de hacer frente a los cambios y superar los obstáculos. Con el estado de alarma las ventas descendieron, principalmente en los meses de marzo y abril. Pero hubo una recuperación en el mes de julio que ha evitado que la caída fuera mayor.
–¿Han subido las ventas en el canal de la alimentación y 'on-line'? Y, si es así, ¿han logrado compensar la caída por las restricciones en la hostelería?
–Han subido y es una buena noticia. Pero estos canales nunca podrán sustituir a la hostelería.
–¿Qué hizo la DO para contrarrestar la pérdida en las ventas?
–Lo importante fue dar un giro inmediato a la planificación prevista, porque la pandemia lo ha cambiado todo. Reforzamos nuestra comunicación, para dar voz a toda y cada una de las bodegas. Y reconvertimos las acciones en 'on-line'. Hemos hecho todo lo posible por llegar al consumidor que estaba en casa. Y cuando se abrieron de nuevo las puertas por estar allí donde se encontraba la gente. Porque Ribera del Duero forma parte de la vida, los vinos de nuestras bodegas nos acompañan en todas las situaciones.
–¿Cuál es la cuota de mercado de los vinos de Ribera del Duero en España?
–Tenemos una cuota de mercado del 9,3% en volumen y de un 15,4% en valor según el último informe Nielsen de 2019, antes de la pandemia, lo que muestra que los vinos de Ribera del Duero compiten en un nicho de calidad y de valor añadido y que tienen un protagonismo absoluto en el sector de hostelería.
–¿Cuáles son los principales mercados nacionales e internacionales para sus vinos?
–En el mercado nacional tenemos una presencia importante en todo el territorio, y trabajamos por mantener nuestro posicionamiento en todas las comunidades autónomas. Especialmente importantes son los mercados de Madrid, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Andalucía, Galicia y Cataluña. Pero nuestros vinos están también en el resto de las regiones, porque Ribera del Duero es un referente de vino de alta calidad para los consumidores españoles. A nivel internacional trabajamos por seguir creciendo y teniendo mayor representatividad de nuestros vinos y bodegas. Nuestros principales mercados internacionales son Suiza, EE UU, México, Alemania, China, Dinamarca, Países Bajos, Canadá y Reino Unido, mercados donde estamos desarrollando campañas de promoción centradas en crear notoriedad de marca. La exportación es el futuro de Ribera del Duero. El mercado nacional es importante y trabajamos por seguir en primera línea pero mirando, al mismo tiempo, a otros países en los que estamos y queremos tener más presencia.
–¿Cómo evolucionaron en 2020?
–Se han comportado mejor que el mercado nacional ya que, en mercados como EE UU, Dinamarca o Canadá la hostelería y el turismo no tienen un peso tan importante como en España.
–¿Depende mucho la DO de las exportaciones?
–Actualmente, representan el 19,3% de nuestras ventas.
–¿Con qué países se han visto más afectadas?
–La evolución ha sido muy desigual ya que cada mercado está sometido a factores muy dispares. En países como EE UU, Dinamarca, Holanda, Canadá, Reino Unido o Bélgica, nuestras exportaciones han aumentado porque, como he explicado antes, la hostelería no tiene tanto peso y en canal 'on-line' está mucho más desarrollado. Sin embargo, en países como México, donde la hostelería es el primer canal de comercialización del vino de calidad, o China, donde la guerra comercial con EE UU ha afectado a su economía, nuestras exportaciones se han resentido.
–Muchas de las promociones previstas en ferias, foros, etc, no pudieron llevarse a cabo en 2020. ¿Van a recuperar alguna de ellas este año?
–Tratamos de estar donde se pudo estar, como en Seminci o en los conciertos Viva la Vida alternativos a Sonorama Ribera. Tuvimos que celebrar 'on-line' algunas acciones previstas, como la Calificación de la Añada 2019. Pero la situación nos impidió celebrar nuestra Gran Fiesta de la Vendimia de Ribera del Duero o estar en otros eventos en los que somos habituales. Este año trabajamos con la esperanza de volver a recuperar acciones pasadas, estudiando posibles escenarios, siempre el cuidado de la salud por delante. Somos optimistas y no podemos evitar pensar que la segunda mitad de 2021 tal vez traiga cambios significativos.
–¿Dónde tienen previsto estar presentes con los vinos de la DO?
–En todos aquellos eventos y acciones de los que somos parte, siempre y cuando la situación lo permita.
–En 2019, se autorizaron los vinos blancos con la variedad albillo mayor para que no desaparezca la casta. ¿Cómo han sido aceptados por los consumidores?
–El consumidor ha recibido con enorme entusiasmo los vinos blancos de la Denominación de Origen. Las producciones son muy limitadas y, añada tras añada, se agotan. No podemos estar más satisfechos al ver que se han cumplido todas nuestras expectativas.
–¿Cuántos vinos de albillo mayor se elaboran ya?
–Más de treinta bodegas elaboran vino blanco con DO Ribera del Duero. Algunas de varios tipos. Hay jóvenes, crianzas, reservas y grandes reservas. Una oferta realmente apetecible de la que no hay grandes producciones.
–¿Se han plantado más hectáreas?
–La previstas, no ha habido un crecimiento destacado.
–¿Cuáles son las principales novedades para este año en la DO?
–También podemos destacar los rosados o claretes. Las bodegas están presentando vinos muy personales, con una calidad indiscutible, en lo que es una continua reinvención de la Ribera del Duero.
–¿Hubo noticias buenas en 2020? Premios, reconocimientos...
–Siempre hay buenas noticias porque nuestros vinos reciben premios en los concursos más importantes del mundo. El año pasado, por ejemplo, recibimos la visita del editor jefe de la prestigiosa revista americana 'Wine Enthusiast', justo antes de declararse el estado de alarma. Y ha publicado reportajes reconociendo el gran trabajo que hacen nuestras bodegas y el enorme potencial internacional de nuestros vinos. Las buenas noticias, a pesar de todo, siempre llegan.
–¿Que retos se les presentan por delante?
–Seguir andando, trabajar para crecer cualitativamente y estar presentes allí donde se aprecia el buen vino. Vivir el Espíritu Ribera de nuevo en la calle es un deseo de todos. Esperamos que se cumpla.
–¿Qué tipo de campañas de promoción van a realizar en 2021?
–Continuaremos con los planes internacionales, adaptándonos a las circunstancias que nos afecten a los ciudadanos en cada momento. No nos vamos a quedar parados porque el mundo sigue girando, tenemos que trabajar y necesitamos momentos de disfrute, en casa o en la calle, solos o con amigos. Somos fuertes y hemos llegado hasta aquí, con tristeza por quienes no están, con más ganas de vivir que nunca. Llevaremos el Espíritu Ribera a cada rincón porque hoy es más necesario que nunca. Volveremos a vivir un Sonorama Ribera con nuestros vinos y bodegas como cabezas de cartel, raro y diferente en esta edición por motivos obvios. Intentaremos disfrutar de una vendimia festiva, en la Seminci, volver a la hostelería a brindar, viajar y hacer enoturismo… El Consejo Regulador, nuestras bodegas, no podemos renunciar a nada, aunque lo haremos si fuera preciso porque ante todo somos conscientes de la pandemia y nuestro compromiso es con la salud. Pero ojalá llegue el momento de anunciar un año normal con un montón de acciones normales.
–Cine, música, teatro, festivales, etc. ¿La cultura es rentable para Ribera del Duero? ¿Qué réditos logran las bodegas?
–Ribera del Duero, nuestros vinos, nuestro patrimonio, nuestra identidad… ¿somos cultura! Y nos movemos en el mismo mundo que las artes, la música, el cine, la literatura. ¿Rentable? Lo que es, desde luego, es lógico, natural y necesario. Disfrutar de un vino de nuestras bodegas en todo tipo de escenarios, en cualquier contexto, por el día o por la noche. El vino es parte de nuestra vida, de nuestra dieta, de nuestra herencia y de nuestra forma de entender el disfrute y las relaciones sociales. Y las bodegas no son un ente ajeno, están presentes en esa forma de vida, son aliadas del ciudadano. En cada evento participan con sus vinos. Y lo hacen con entusiasmo, porque se sienten parte. Imagino que están satisfechas.
–Fue elegido presidente de la DO Ribera del Duero en septiembre de 2013. Haga un balance express de estos ocho años.
–Una gran responsabilidad que me ha permitido conocer más a fondo la Denominación de Origen, representar a todos los que formamos parte de ella, escuchar las necesidades de nuestros profesionales, salir de mi zona de confort como bodeguero. Es un trabajo exigente que estoy desarrollando con orgullo y compromiso. Este último periodo en pandemia no se como calificarlo. Difícil, incierto, muy sacrificado, con desesperación e impotencia a veces, siempre trasmitiendo esperanza y fuerza. Ha sido duro, me ha hecho crecer y aprender mucho a nivel humano y profesional.
–¿Esa ha sido la principal dificultad a la que se ha enfrentado durante estos años?
–La pandemia, sin duda. La actual situación, sus circunstancias y consecuencias. Ninguna crisis se puede comparar.
–¿Tiene intención de seguir al frente del Consejo Regulador cuando hayas elecciones?
–Es algo que diré en su momento.
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