Enólogos de renombre consideran que la clasificación de los suelos en las DO es una necesidad y una obligación

Ricardo Pérez Palacios, de la bodega berciana Descendientes de J. Palacios, ha abanderado junto a su tío Álvaro Palacios la clasificación del viñedo por municipios, parajes y parcelas en la Denominación de Origen Bierzo y en la DOCalificada Priorat. Fue el primero en intervenir en una mesa redonda, conducida por el periodista y director de Lavinia España, Juan Manuel Bellver.

El enólogo y bodeguero Pérez Palacios recordó las dificultades administrativas a las que se enfrentaron hasta aprobar un reglamento que contempla, entre otros aspectos, la clasificación de los viñedos en «unidades geográficas menores», además de la genérica DO Bierzo.

Pérez Palacios explicó que el trabajo fue arduo para buscar las coincidencias de varios factores, como los tipos de suelos, la existencia o no de agua, las exposiciones al sol, las plantaciones más viejas, etc, con las capas de varios mapas de El Bierzo. La conclusión es que las coincidencias llevaban a las mejores viñas. En 2019, la DO Bierzo hacía historia y se equiparaba a las grandes zonas vitivinícolas mundiales como la Borgoña francesa o el Piamonte italiano. «Esta clasificación permite revalorizar el vino y, con ello, la zona, la tierra y la viña», aseguró.

Se trata de la famosa pirámide en la que abajo se sitúan los vinos genéricos de la DO Bierzo, por encima los municipios, pueblos y paraje, y arriba del todo, el vino de viña clasidicada y el gran vino de viña clasificada, que no serán realidad hasta dentro de unos diez años, según los cálculos del Consejo Regulador.

El enólogo recordó que «la Ley de la Viña y el Vino de Europa permite el uso de las menciones del origen de la uva, por municipios y parajes», por lo que no entiende por qué los consejos reguladores limitan su uso.

Para Peter Sisseck, de Dominio de Pingus, «el gran problema del vino español es que casi el 90% se dedica a los graneles, por eso se conoce nuestro país», señaló el ingeniero agrónomo y enólogo danés, que se siente más ribereño que nadie. Peter llegó a la Ribera del Duero para elaborar en Hacienda Monasterio y, años después, emprendió con su propio proyecto, Dominio de Pingus. Explicó que Flor de Pingus es un vino municipal, mientras que elabora Pingus con las uvas de dos parcelas diferentes.

Considera que vincular los vinos al municipio o pueblo en el que se encuentra la viña serviría para orientar al consumidor, que sería una manera adecuada para identificar los vinos, como se hacía antiguamente.

El enólogo francés que elabora en la ribera soriana Bertrand Sourdais, de Dominio de Es, Antídoto y Domaine de Pallus, argumentó que cuando llegó hace 20 años los viñedos de Soria eran considerados los peores de la Ribera del Duero, mientras que ahora se ha puesto en valor esta zona más fresca y alta. Desde su punto de vista, «la clasificación de los suelos es una obligación». Aunque entiende que es muy complicado hacerlo en una DO con 110 kilómetros de largo, opina que se puede hacer poco a poco porque la Ribera del Duero es muy grande y se podrían distinguir cuatro zonas más definidas (Soria, Burgos Norte, Burgos Sur y Valladolid).

En este punto, el portugués Dirk Niepoort compartió la idea de los anteriores y recordó que Alemania también quiere clasificar sus suelos y sus viñas al estilo de Borgoña. Portugal fue la pimera denominación de origen del mundo en clasificar los vinos de Oporto, pero, según mencionó, todavía están «en proceso de conocer sus suelos y las variedades porque la tendencia hace 30 años era mezclar los vinos y las uvas, y ni siquiera se mencionaba el Douro», cuando es donde se elaboran los vinos, mientras que envejecían y envejecen en los almacenes de Vila Nova de Gaia, municipio sitiado al otro lado del Douro, frente a Oporto. De hecho, la denominación no permite el uso del nombre de la villa, cosa que Dirk considera que «es una buena idea».

Por lo tanto, tras escuchar a los cuatro reconocidos bodegueros, «comunicar más sobre la geografía y su origen le vendría muy bien al vino español», concluyó Juan Manuel Bellver.