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Es singular por partida doble. Se trata de la única bodega de las más de 300 inscritas en la Denominación de Origen Ribera del Duero que está enclavada en la provincia de Segovia. Además, no existe otra elaboradora en la región que se encuentre en mitad de un parque natural, en este caso, las Hoces del Río Riaza. Bodegas Severino Sanz se sitúa en el pequeño municipio de Montejo de la Vega de la Serrezuela, en un paraje que acoge una de las mayores colonias de buitre leonado de Europa que vive entre las paredes calizas que custodian el transcurrir ondulado del río.
La bodega, que comercializó su primera añada en 2010, cuenta en la actualidad con 28 hectáreas de viñedo propio situadas en Montejo de la Vega y en los municipios de Pardilla y Fuentelcésped, ubicados en las cercanías, pero ya en la provincia de Burgos. Todos ellos, se encuentran a una altitud de más de 900 metros, algo que marca también la singularidad. En la actualidad, la bodega Severino Sanz elabora 100.000 botellas de vino con el reto de alcanzar en un corto plazo las 250.000 unidades. Cuentan en el mercado con diez referencias, tanto de tintos con diversas crianzas, como rosados y blancos que se comercializan bajo la marca Murón. Como novedad, este año, la bodega trabaja en la producción de un espumoso elaborado con albillo que se comercializará esta Navidad y cuyo nombre todavía está por decidir.
Mirando al pasado, la bodega es fruto fundamentalmente de la tradición y, en parte, de la casualidad. «Nosotros siempre habíamos elaborado vino en casa, el clarete de toda la vida en Ribera, pero en 2003 decidimos empezar a hacer un tinto y salió irrepetible. A partir de ahí, todo fue rodado: compré viñedo, después la nave, y pasamos de hacer vino para consumo propio a montar una bodega y comercializar», recuerda José Félix Sanz, gerente de la bodega que lleva el nombre de su padre, Severino.
Su familia, como muchas otras de la zona, tuvo que salir hace décadas, de su Montejo de la Vega natal para buscarse la vida en el País Vasco, aunque nunca perdieron sus raíces. «Tanto mis hermanos como yo nacimos en el País Vasco, pero todos los veranos hemos venido aquí, somos muy de este pueblo, yo solo podría montar una bodega en Montejo o, por lo menos, la primera tenía que ser aquí», confiesa José Félix Sanz. De esta manera, deja abierta la posibilidad de aumentar el negocio y no oculta que abrir una bodega en otra zona de calidad es un proyecto que tiene en mente.
Más allá de Montejo, Sanz recalca que la bodega está muy involucrada con la vida segoviana, por ejemplo, como patrocinador principal del equipo de fútbol de la Gimnástica Segoviana que milita en el grupo VIII de la Tercera División. «He intentado, al ser una bodega enclavada en Segovia, que mi primer esfuerzo fuera vender el vino en esta provincia y la verdad es que nos van conociendo».
El enoturismo es otra de las apuestas en las que trabaja la bodega de cara a un futuro inminente, teniendo también como baza fundamental el reclamo natural que tiene la zona. «El enoturismo hoy en día vende mucho, tanto vino como imagen, y hay que trabajar en ello, prácticamente lo tenemos montado y en breve prepararemos algunas rutas. Hay que vender producto, la gente busca planes para el fin de semana y aquí además de vino hay una espectacular riqueza natural», afirma.
En este sentido, la bodega Severino Sanz forma parte de la Ruta del Vino Ribera del Duero, junto al municipio de Montejo de la Vega y el centro de Interpretación del Parque de las Hoces del Riaza. Los tres conforman la presencia segoviana y esta provincia aporta el reclamo natural al producto enoturístico de la Ruta del Vino. El Parque Natural es un enclave único para disfrutar de la naturaleza.
Se trata de un espacio por el que transcurre el río Riaza que discurre ondulado entre paredes calizas habitadas por buitres leonados y rodeado por el bosques de ribera. En un extremo, se extiende el impresionante embalse de Linares del Arroyo, mientras que en contraste aparecen, al otro lado, las paredes verticales del cañón que abren paso a una zona de huertas y viñedos.
«Esta diversidad de paisajes enriquece todo el territorio y lo convierte en uno de los grandes atractivos naturales de la Ruta del Vino Ribera del Duero», según destaca el presidente de la Ruta, Miguel Ángel Gayubo.
La Casa del Parque se ubica en Montejo de la Vega, a escasos doscientos metros de la bodega Severino Sanz. En su interior, una exposición permite al visitante conocer la flora, la fauna, la geomorfología y el patrimonio de este espacio e informarse de las rutas para descubrirlo. El paraje ofrece seis sendas, señalizadas y homologadas que ayudan al senderista a adentrarse en el entorno del Parque Natural. A lo largo del camino un gran número de atractivos patrimoniales, etnográficos, paisajísticos, botánicos y faunísticos. Uno de ellos, el paraje de La Catedral, unas paredes verticales llenas de oquedades y habitadas por buitres leonados o el bosque de ribera del río Riaza que discurre encajonado junto a la corriente de agua.
En el trayecto también la mano humana ha contribuido a dar forma a este espacio natural y dentro de su territorio se esconden muestras del rico patrimonio etnográfico como tenadas, construidas antaño por los pastores, antiguas colmenas y lavaderos, además de lugares monumentales como la Ermita del Casuar. El Parque Natural Hoces del Río Riaza está muy vinculado a Félix Rodríguez de la Fuente. El naturalista impulsó la protección de este espacio y lo catapultó a la fama al incluirlo en su serie 'El hombre y la Tierra'.
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