Denominación de Origen Arribes, un éxito consolidado

En Arribes del Duero se dan unas condiciones ecológicas especialmente favorables para el cultivo de la viña. Su DO cuenta con una zona de producción en 47 municipios del suroeste de la provincia de Zamora y el noroeste de la provincia de Salamanca, con un paisaje de encajados cañones graníticos y espectaculares desniveles de hasta 500 metros, producidos por un discurrir torrencial del río Duero a lo largo de 140 kilómetros, en cuyos valles –beneficiados por unas especiales condiciones climáticas– se encuentras viñas de más de 80 años con variedades únicas (Juan García y bruñal) que, en perfecta armonía con tempranillo, mencía, rufete, syrah y garnacha ofrecen vinos con una personalidad claramente definida, sin olvidar la frescura y fragancia que aportan las variedades blancas (malvasía castellana, verdejo y albillo). A las que se han unido cinco joyas enológicas autóctonas que proporcionaran un nuevo nivel de matices a las elaboraciones: cuatro variedades tintas (gajo arroba, mandón, tinta jeromo y bastardillo chico) y una blanca, la puesta en cruz.

Los vinos de la Denominación de Origen Arribes se caracterizan por su gran estructura, cuerpo, prolongado paladar en su paso por la boca con un delicado final amargo y muy aptos para el envejecimiento en barrica.

La Denominación de Origen cuenta con 281 hectáreas inscritas en el Consejo Regulador, explotadas por 190 viticultores. Su producción en el 2021 fue de 1.125.164 kilos de uva de las diferentes variedades admitidas por la DO, un aumento del 4,85% respecto al año anterior.

Actualmente, son 23 las bodegas que están inscritas en el Consejo Regulador, con perspectivas de que este número aumente a lo largo del año que viene.

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