Carlos Maribona: «Lo que más me gusta del vino es la convivencia»

Carlos Maribona es periodista. Es el crítico gastronómico del diario ABC, así como del suplemento Degusta de El Norte. Columnista también en XL Semanal y Premio Nacional de Gastronomía. Para Carlos Maribona el vino no tiene sentido si no es acompañado. Una copa para compartir, charlar... En definitiva, socializar en un entorno gastronómico que conoce como la palma de su mano. No obstante, el periodista, uno de los más reputados a nivel culinario del país, se ha ganado el respeto del sector después de un cuarto de siglo de críticas gastronómicas que a menudo disponen también de valoración añadida sobre la botella que riega el menú. Aún así, el profesional y docente mantiene ese «respeto» a la hora de verter opiniones. «Es lo más difícil», admite de un sector en el que es más partidario «de la construcción que de la destrucción».

–¿Qué es lo que más le gusta del mundo del vino?

–Me gusta todo, pero especialmente lo que tiene de convivencia. Esa parte en la que compartes tu tiempo con los demás, con los que quieres sin estar pendiente del reloj.

–¿Tiene alguna preferencia y por qué?

–Me gustan especialmente los champanes. Y también los generosos de Jerez. En ambos casos por su versatilidad a la hora de hacer maridajes con ellos. Nos topamos, quizás, con los vinos que presentan el abanico más amplio de posibilidades a la hora de armonizar alimentos y vino.

–Si tuviese que dedicarle una columna... ¿De qué hablaría?

–Intentaría hacer un trabajo de divulgación. La gente, en general, sabe muy poco del vino, pese a la creencia popular de que hay muchas publicaciones o estudios. Hay mucho vino por explicar y analizar aún.

–Habla de divulgación, de publicaciones, de estudios... Dígame un libro que hable de vino y por qué le evoca a él.

–Me gusta mucho 'Tras las viñas', de Pitu Roca. Aparecen retratados doce de los mejores bodegueros del mundo, y sus bodegas. Desde la exuberancia del valle del Napa a la tradición preservada en los kvervis de Georgia, desde el Priorat hasta Mendoza (Argentina), desde La Rioja hasta Borgoña.

–¿Con qué maridaría ese vino favorito suyo? ¿Qué comida cree que elegiría?

–Como el champán es tan versátil me vale cualquier tipo de comida, pero puestos a elegir, me inclinaría por una de cocina clásica francesa.

–Una copa de vino y...

–Una charla con buenos amigos, con una buena conversación y buenos recuerdos.

–Elija tres vinos: uno para una tarde con amigos, una comida de trabajo y una velada con la mejor música.

–Para la tarde con amigos escogería un blanco con cuerpo. Por ejemplo, el Qué Bonito Cacareaba de Benjamín Romeo. Para la comida de trabajo, seleccionaría un tinto ligero. Por ejemplo, un Ultreia de Raúl Pérez; y para la velada con música, me decantaría por un tinto potente y largo. Por ejemplo, un Abadía Retuerta Pago de Negralada.

–¿Con qué personaje, músico, música, artista, escritor... aunque no sea contemporáneo se iría a disfrutar de una tarde de vinos?

–Con Don Benito Pérez Galdós.

–Un momento de su vida en el que se recuerde con una copa de vino.

–Hay muchos. Procuro tener siempre una copa de vino en la mano, pero si tuviese que escoger un momento, tal vez la celebración del nacimiento de mi primera hija.

–Para terminar... ¿Tinto, rosado o blanco?

–¿Por qué hay que elegir? Hay un vino para cada momento. En cualquier caso, cada vez soy más de blancos. Tienen un sabor meloso e intenso y suelen poseer aromas cítricos con cierto punto ácido y un marcado sabor dulce con aroma a fruta poco madura.

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