Una vallisoletana entre las víctimas de la guerra de Troya

«La tragedia griega tiene una gran vigencia, por su atención a la palabra y su estudio de las grandes pasiones universales», explica María González, que no es nueva en este género, pues ya interpretó 'Antígona' bajo la batuta de Fran Antón, responsable también de la obra que se interpreta este sábado en el Zorrilla. «Tiene siempre una visión muy a favor de la mujer. Es un lujo el modo como afronta los personajes femeninos», explica.

«Partimos de la obra de Eurípides, pero a partir de una revisión que ha realizado Alejandra Almendros, cuyo objetivo es dar un punto de vista femenino de los sucesos que cuenta el original», confirma Fran Antón, el director de 'Las troyanas'.

La obra está protagonizada casi exclusivamente por mujeres, y tan solo se ha mantenido uno de los protagonistas masculinos, Menelao, interpretado por el comentarista de 'Sálvame' y actor Kiko Hernández, al que ya vimos hace un año en el Teatro Zorrilla en la obra 'Distinto'. «De los demás personajes masculinos se habla, pero no aparecen en escena», explica Fran Antón.

La tragedia arranca con un grupo de mujeres a las puertas de una Troya devastada, esperando que los vencedores decidan su destino, que no será precisamente amable, pues lo que les espera es ser vendidas como esclavas. En medio de esa espera, las mujeres reflexionan sobre la guerra y cómo destruye la vida de todos, pero también de mujeres y niños. «Y nos hacemos la pregunta: ¿Por qué culpamos a Helena del origen de esta guerra, que en realidad responde a otros intereses?», explica la actriz vallisoletana. «En esta versión se le da la vuelta a la historia».

Todo ello es servido con una puesta en escena que promete atractivo y originalidad. Por un lado, se apuesta por un vestuario moderno «con muchos volantes y muy ostentoso» diseñado por José Perea y que cumple una función dramática en la historia.

Pero, además, la obra, como otras anteriores de Fran Antón, se presenta como un híbrido de teatro clásico y musical, pues la historia está salpicada por un conjunto de canciones que maridan todo tipo de géneros y estilos (flamenco, ópera, fado, zarzuela…) interpretadas en directo por tres músicos y varias cantantes del elenco; especialmente destacada es la voz de María Mendoza, la actriz que interpreta a Casandra.

La música no se usa para marca distancia ni rebajar el dramatismo de la obra, sino al contrario. «Las canciones encajan y tienen un sentido», opina María González. «La música es soporte de las principales escenas dramáticas y las realza; no rebaja el dramatismo en absoluto».