Secciones
Servicios
Destacamos
«Yo reivindico la chorrada, la chuminada y la tontuna porque hace que tu día a día sea mejor», asegura el humorista Joaquín Reyes en un Teatro Calderón abarrotado y entregado a la risa en la primera (y divertidísima) sesión sabatina del Foro de la ... Cultura. El humor «como espada y como escudo» se convierte en objeto de análisis en un diálogo compartido junto al escritor Bob Pop y moderado por la guionista Laura Márquez. ¿Para qué sirve el humor en un mundo que parece cada vez más agresivo, más suscpetible, más polarizado?
«El humor nos protege de la solemnidad. Y lo digo con solemnidad, lo que es una paradoja en sí misma», dice Reyes, convencido de que se trata de una herramienta y no consecuencia; un medio, que no un fin. «El humor es una vía para contar cosas». «Te permite decir auténticas barbaridades en lugares hostiles y que la gente sonría...», apunta Bob Pop, quien añade: «El humor y la poesía coinciden en que son miradas transversales. Y gracias al humor, puedes ser consciente de lo ridículos, de lo pequeños que somos y de lo graciosas que pueden ser las cosas que en algún momento nos parecieron terribles. Porque el humor es también una forma de gestionar la memoria y poder contarla. Ante las peores experiencias de mi vida, pienso: ya verás cuando cuente esto, qué risa. Porque la mera posibilidad de hacer de esto un chiste más tarde ya te da una perspectiva de futuro», añade Bob Pop, quien desvela que de niño era muy serio.
«Creo que no me reí hasta los cinco años, cuando vi una película de Charlot». «Bueno, eso es porque estabas esperando un estímulo de calidad», tercia Reyes, quien defiende los distintos niveles de lectura de un gag.
«Muchas veces los cómicos defendemos el humor como si fuera algo intocable y no. No vale esa excusa, cuando se critica un chiste, de decir: no, es que era broma. También el humor se puede criticar, porque el humor tiene ideología y un mensaje», dice Reyes. Y requiere, además, de un «recorrido intelectual», añade Bob Pop.
«A veces despreciamos a la gente que no hace humor sobre determinadas cosas y eso es muy injusto, porque no todo el mundo tiene por qué reírse de todo. El sentido del humor también tiene privilegios, tampoco es democrático e igualitario. Con el estómago lleno y una salud excelente, se tiene mejor sentido del humor», indica Bob Pop. Por eso, añade Reyes, es recomendable echar mano de diversas herramientas para hacer reír («lo físico, lo escatológico, lo fino...») porque es una manera de llegar a más receptores.
«A mí me aburre mucho el debate sobre los límites del humor, porque no hay debate sobre los límites del horror. O sea, a Ana Rosa nadie le pone límites», defiende Bob Pop, quien lamenta que se justifiquen boicots contra chistes o humoristas cuando «nadie se plantea hacérselo a alguien que entrevista a un delincuente». «Creo que se puede hacer chistes con todo, pero no todos los chistes te tienen por qué hacer gracia», esgrime.
En cualquier caso, apunta Reyes, «no creo que los cómicos estemos tan vigilados o fiscalizados. Es verdad que tenemos que aprender a manejar mejor las redes sociales, que para mucha gente son una ventana para criticar, amenazar, insultar. Pero creo que hace treinta años no estábamos mejor que ahora», dice el humorista manchego. «Lo que ocurre es que se han incorporado al debate audiencias que antes no tenían voz. Nunca ha habido mayor libertad creativa que ahora ni mayores medios para exponer lo que hacemos. Pero, al mismo tiempo, hay más gente opinando de todo. Y debemos aprender a que no nos importe lo que dice la gente que no nos importa», añade Bob Pop.
«Tampoco me parece sano meterte en las redes sociales para que la gente te ofenda o te halague. La receta de Joaquín Reyes para tener una vida relativamente feliz es no asomarte a las redes sociales», dice. Sobre todo, asegura, porque las redes contribuyen a perpetuar una dictadura de la inmediatez que crea «una realidad ficticia». «Se nos ha quitado reposo y reflexión». «La inmediatez responde a esa competitividad neocon que piensa que, si eres el primero en hacer el chiste, tendrás más posibilidades de llamar la atención. Esto también pasa con el periodismo. Se le da más importancia a una noticia de última hora mal redactada que a un artículo bien escrito y argumentado», dice Bob Pop. «Conclusión: la lentitud es lo más punki que hay», remacha Reyes.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.