El último adiós de los vallisoletanos a Concha Velasco

Dolor en el cine, en el teatro y en la televisión, pero sobre todo luto en la ciudad que la vio nacer un frío 29 de noviembre de 1939. Con la muerte de Concha Velasco, Valladolid pierde a una de las actrices más respetadas y queridas de su época. Y a una gran persona.

Es curioso ver cómo cuando preguntas por Concha Velasco en Valladolid a la gente se le dibuja una sonrisa en la cara. Destacan su cercanía. Fernando García la recuerda justo antes de la pandemia en la parte de atrás de su taxi. «La llevé del Calderón al Lava, iba acompañada de otras dos mujeres. Ya estaba mayor. Ha sido la mejor artista que ha nacido en la ciudad junto con Lola Herrera», reconoce.

Amelia Diego es de Aranjuez pero lleva años afincada en Valladolid. Gracias a su profesión, en el sector de la hostería, ha tenido la fortuna de conocerla en persona. «Una bellísima persona. Siempre nos trataba con dulzura. Así era ella», resume. «La muchachita de Valladolid», sentencia Lauro Ortega. Pocas palabras para decir mucho.

Porque Concha Velasco siempre estuvo y estará ligada a Valladolid. Pasaban las doce y media y se conocía que la misa funeral por la actriz se iba a oficiar en la Catedral y que su cuerpo descansará en el panteón de los ilustres de Valladolid. No es para menos. Se ha ido una de las actrices más respetadas y queridas de la ciudad del Pisuerga. En este gélido pero soleado sábado el cariño y la tristeza se respira a partes iguales. Para la joven Raquel Melgar, la actriz «ha sido un referente». «Siempre he hecho teatro y para mí es un icono».

Una guerrera nata. Luchó los derechos laborales de su gremio, batalló por su vida superando un linfoma en 2014, escribió sus memorias -'El éxito se paga'- y, lo más importante, crió a dos hijos, Manuel y Paco. A ellos, quiere enviar Pilar Sancho su mensaje: «Es un día triste. Mando todo mi cariño a la familia».

En una ocasión Antonio Gala dijo que «Concha es un regalo para los amigos, para los autores, para los espectadores y para los simples habitantes de su país». Hoy los vallisoletanos lo han vuelto a recordar. Concha siempre será patrimonio de la ciudad.