Secciones
Servicios
Destacamos
Existen más confinamientos de los que creemos. La mayoría de los países occidentales viven un confinamiento físico: no poder salir de esas cuatro paredes que llamamos hogar. Pero existen otros confinamientos más crueles, unos para los que aparentemente, no se encuentra salida. Cuando vives encerrado ... en una cultura religiosa extrema con rituales que rozan lo ridículo y que exprimen la paciencia y la conciencia de quién las sufre. Seamos sinceros: este tipo de ambientes reprimen y perjudican a todos, pero las mujeres lo sufren cien veces más.
La historia de 'Unorthodox' (poco ortodoxa, en castellano) es la historia de como una chica de 19 años, Esther Saphiro, decidió escapar de su confinamiento en Williamsburg, una comunidad jasídica de Brooklyn. Y no una cualquiera, sino la comunidad Satmar, conformada por judíos de origen húngaro establecidos allí después del Holocausto. Una comunidad que todavía conserva el yiddish como lengua materna y basa su unión en el dolor surgido de la II Guerra Mundial y el exterminio.
Los turistas que pasean por las calles de este gueto judío ultraortodoxo se ven sorprendidos por la estética: los gorros imposibles (shtreimel) y los tirabuzones (peiot) de ellos o las pelucas de ellas, obligadas a raparse el pelo en cuanto se casan y cubrirlo con un pañuelo o con una peluca. Un mundo dentro de este mundo que parece venido del pasado.
La serie se basa en la autobiografía de Deborah Feldman: 'Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots'. Sin embargo, las creadoras de la serie reconocen que parte del metraje es inventado. En concreto, las partes de Berlín lo son, mientras que todo el pasado -menos una escena concreta- está sacado de la autobiografía de Feldman. Pero debajo del aspecto físico hay mucha tela que cortar y es ahí donde los lleva la serie.
'Unorthodox' utiliza una fórmula de narración directa, sencilla, que entrelaza dos líneas temporales: La de Esty en Berlín y la de su pasado. La línea del pasado se desarrolla desde poco antes de su boda hasta justo antes de escapar. Esta forma de contar las cosas, tan poco novedosa, es aquí toda una declaración de intenciones. Mientras que en la línea del pasado se cuenta por todas las 'costumbres' por las que tiene que pasar Esty: a las mujeres con la regla se las considera impuras durante la mitad del ciclo, no se les permite cantar, ni la música y hasta tienen un manual de instrucciones para el sexo; en la parte del presente, Esty se encuentra en Berlín, una ciudad en que la gente se besa, baila, canta, pasea y se viste como quiere.
El detalle de que Esty huya a Berlín no es baladí. En la serie se usa la excusa de que su madre vive allí. Leah abandonó a los jasídicos y a su marido alcohólico 15 años antes. Pero lo cierto es que es una ciudad a la que la comunidad de Esther considera maldita. Al fin y al cabo, Satmar basa sus cimientos en su supervivienda de los campos de exterminio y Berlín representa todo lo que les hiere.
Todo es contraste y descubrimiento por parte de la protagonista que abre los ojos a un mundo en el que siempre le habían dicho que le acabaría matando. Esty descubre que no solo no le hace daño, sino que se puede vivir de otra manera y ser feliz. Una felicidad que intentó encontrar en el matrimonio y que su realidad rebotó de golpe. Presionada por la familia de su marido para tener hijos, con problemas para mantener relaciones sexuales y sin poder contar con la familia que le queda. Tan solo mantiene el apoyo de su profesoria de piano.
Pero es en esa segunda parte donde esta miniserie de cuatro capítulos patina. Levemente, pero patina. Los pecados se le pueden perdonar. Esos pecados vienen de las licencias narrativas para que la serie funcione: Esty encuentra amigos nada más llegar, por ejemplo, algo que Unorthodox solventa con momentos emotivos y brillantes como el baño en el lago, el pintalabios en el aseo o la fiesta en el club. Todos momentos muy reveladores para la protagonista.
Una mención especial se merecen los actores y más en concreto su protagonista, la actriz israelí de mirada transparente, Shira Haas. Su capacidad para transmitir emociones con solo mover un ojo está al alcance de muy pocos. Su marido, Yanky Saphiro (Amit Rahav) se encuenetra lejos de ser un tirado. De hecho, aunque comete errores y, de vez en cuando se pasa de la raya con su mujer, siempre desprende una ternura y una inocencia que conmueve y hace pensar que no solo Esther, sino también él debería escapar. El tercero en discordia es Moishe (Jeff Wilbusch), primo de Yanky al que acompaña a Berlín para recuperar a Esther. Un personaje desagradable, pero que arrastra tantos problemas propios que acaba dando bastante lástima.
'Urorthodox' no es la primera incursión de Netflix en lo jasídico aunque es la primer avez que se mete en las tripas del asunto. 'One of Us' o 'Shtisel' son otras de sus series sobre los judíos ultraortodoxos. Nos encontramos en plena Pascua Judía (acaba el día 16) y esto lo convierte en un buen momento para bucear en este mundo que resulta tan ajeno aunque se encuentre a la vuelta de la esquina.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.