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Ana Garcés y Eva Martín se convierten cada sobremesa en Jana Expósito y Cruz Ezquerdo, la heroína y la villana de 'La Promesa', la nueva ... serie de La 1 de TVE. Las dos actrices, antagónicas en la ficción, la buena y la mala de la historia, tienen en común no solo las tramas de la telenovela, sino que ambas comparte orígenes:las dos son de Valladolid.
Ana Garcés es una nueva cara en la televisión a la que hay que seguir la pista. Pucelana de pro, nació en 1999 y se crió en el centro de la capital, hasta que se mudó con su familia a la zona del Camino Viejo de Simancas. Descubrió su pasión por las artes escénicas al entrar a formar parte del grupo de teatro musical Siluetas, perteneciente al centro educativo en el que estudiaba, el Lourdes. Con ellos actuó en los musicales 'Estrellas' y 'El diluvio que viene'. Alegrándose de su éxito, de Ana dicen en las redes sociales del colegio que «solía disfrutar sobre las tablas compartiendo su ritmo, su expresividad, tanto en clase como en el grupo».
La música siempre la ha acompañado y ha participado en distintas corales, como el Coro Joven de Valladolid, el Condesa Eylo o el de la Escuela Municipal de Música de Valladolid. «No sabía que se podía estudiar arte dramático hasta que una persona especial para mí me dijo que podía convertir mi hobby en profesión. Entré en la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León y allí aprendí lo que es el oficio del actor. No podía haber estudiado nada mejor», cuenta satisfecha.
Terminó la carrera y el pasado septiembre se trasladó a Madrid en busca de oportunidades. Empezó a trabajar en una tienda de ropa y, mientras, hacía castings. Hasta que le dieron el sí que tanto buscaba. «Se me acabó el contrato en la tienda y a los dos días me cogieron para la serie. Sabía que mi papel era el de una criada con bastantes tramas. Me parecía muy interesante, pero lo que no sabía es que era la protagonista. Lo supe después», cuenta Ana, quien destaca de su personaje su sentido de justicia, su valentía y astucia. «Al igual que Jana, yo ante las injusticias tampoco me callo», confiesa Ana, quien se escapa siempre que puede a su Valladolid natal. Aquí le gusta relajarse paseando con su madre por el pinar y a la hora de salir, lo hace por la zona de la Antigua.
Se confiesa una apasionada de la estética y los personajes de época y para ella, protagonizar 'La Promesa' es un sueño hecho realidad. «Mi vida ha cambiado de forma radical. El rodaje es una locura. Estudio muchísimo y duermo muy poco. El plató es una maravilla y el equipo y el reparto son una familia. Está siendo un auténtico máster. Estoy trabajando con actores muy consolidados, que conocen muy bien el oficio y con los que aprendo muchísimo. Trabajando con gente tan buena, nada puede salir mal», afirma. De su paisana, Eva Martín, destaca que «hace de malvada, pero es muy divertida. Está todo el día bailando y haciendo 'shows'. Nos lo hace pasar muy bien».
Por su parte, la actriz y cantante Eva Martín asegura que «fue una alegría encontrarme con Ana en esta serie. Entre nosotras nos hemos reído al ver que tanto la heroína como la villana éramos de Valladolid». En un elenco tan desbordante de talentos, cabe mencionar a otra vallisoletana, Ana Isabel González Prieto, que interpreta a la madre de Jana Expósito, un personaje episódico pero que sirve de catapulta para la trama.
Eva Martín borda su papel de mala malísima de la sobremesa. Interpretar a una mujer tan compleja como la Marquesa de Luján para ella es un disfrute. Su maldad irá in crescendo, pero Eva consigue que la aristócrata sea una de esas malvadas capaces de cautivar a la audiencia. El reto y la envergadura de un personaje ambicioso, astuto y sin escrúpulos le hicieron dar el sí a su participación en la serie. «Hacer de villana siempre es divertido y este es un bombón de personaje. Últimamente he interpretado a bastantes malas, pero Cruz Ezquerdo es la mala mayor», comenta entre risas.
De madre vallisoletana y padre salmantino, Eva se trasladó con 12 años desde su Gerona natal a la capital del Pisuerga, en Huerta del Rey. Aquí tiene a su familia y aquí viene siempre que puede para disfrutar con ellos de paseos y chateos. «Me gusta pasear por el centro y disfrutar de los vinos y los pinchos», dice Eva, quien recomienda siempre a quienes se acercan por Valladolid una visita a la plaza del Viejo Coso. Estudió en el Ponce de León, en el Núñez de Arce y en el Conservatorio de Música de Valladolid, donde empezó su idilio con la música. Guarda grandes recuerdos de su paso por el Aula de Teatro de la UVA mientras estudiaba Filología Inglesa. Ya con la compañía del maestro Juan Antonio Quintana, actuó en el Zorrilla y en el Calderón, buques insignia de la dramaturgia vallisoletana. Tras unos años en Inglaterra, regresó a España para cumplir su sueño de ser actriz.
A la hora de dar vida a la Marquesa de Luján, Eva deja volar su imaginación y se pone en la piel de una mujer de férreos valores y dispuesta a todo por mantener la unidad de la familia, su patrimonio y el marquesado. «Es una mujer muy encorsetada en su época y a la vez, es un espíritu muy libre. Para hacer sus fechorías se toma muchas libertades de puertas para adentro. En cambio, de puertas para afuera, es la anfitriona y la consorte ideal. Al interpretar a alguien tan malo, es importante entender cómo funciona su cabeza y sus valores. Es un ejercicio muy divertido, porque te permite hacer cosas que en la vida real no harías jamás», subraya.
El ritmo de trabajo de una serie diaria es trepidante, más todavía si se trata de una serie de época. «No es lo mismo poner en boca un guión escrito en lenguaje actual, que te da cierto margen a la hora de expresarte, que usar un lenguaje de época, que es más complicado. También vestirse y peinarse lleva más tiempo que ponerse unos vaqueros y una camisa. El ritmo es intenso. Requiere mucha dedicación y estudio, pero trabajar con un equipo tan profesional y familiar ayuda mucho», dice Eva.
'La Promesa' promete. Ambas actrices están muy satisfechas con la acogida del público. «La gente se está enganchando. Tiene un arranque potente, muchas intrigas y gran variedad de personajes. El público está apreciando un trabajo bien hecho», concluye Eva.
La trama se sitúa en 1913 y se asienta sobre una venganza y una gran historia de amor. El palacio El Rincón, propiedad de Tamara Falcó, es uno de los escenarios del rodaje. Jana (Ana Garcés) llega a la hacienda de los marqueses de Luján buscando al asesino de su madre y a su hermano, que fue secuestrado de recién nacido. A quien encuentra es a Manuel, al que salva de las llamas y del que se enamora perdidamente.
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