Aitana Sánchez-Gijón, en una de las escenas dramatizadas de la serie de Movistar, como Julia Mesa. El Norte

Así es la serie de Movistar rodada con Aitana Sánchez Gijón en Valladolid

La serie documental de Movistar con Santiago Posteguillo ha recreado todos sus interiores en el Museo de las Villas de la villa romana de Almenara

Miércoles, 24 de noviembre 2021, 07:16

Una mirada sobre Roma muy distinta a la que conocemos. Con las mujeres en el centro del relato. Eso es lo que promete 'El corazón del imperio', una serie documental producida por Movistar y Globalset, dirigida por Israel del Santo (responsable de obras como 'Conquistadores', ' ... Lola' o 'El palmar de Troya'), y con el escritor histórico Santiago Posteguillo como conductor. Es la misma historia, sin cambiarla, pero completa, contada desde su mirada, y cubriendo las lagunas de nuestro conocimiento.

Publicidad

Así, por ejemplo, en el primer capítulo descubrimos que había mujeres gladiadoras, profesionales de los coliseos, y que, en algunos casos, optaban por tal oficio no por necesidad, pues procedían de clases pudientes, sino por ansia de vivir otro tipo de experiencias. Pero por la serie desfilarán también algunos personajes históricos documentados, pero poco conocidos fuera del ámbito académico, como Fulvia, una auténtica 'mafiosa del siglo I', la primera mujer romana que dirigió un Ejército. O como Livia, que llevaba su afición y conocimiento de las setas hasta los terrenos del envenenamiento. O como Julia Mesa, la primera mujer senadora. O como Heliogábalo, un emperador 'trans'.

La serie está estructurada en torno a una serie de temas que son introducidos por Posteguillo, y luego son desarrollados, por un lado, a través de las recreaciones dramáticas, y, por otro, con las explicaciones de historiadoras y expertas en el periodo. «No quisimos caer en el error de ser nuevamente los hombres los que contáramos esta historia», explicó ayer Israel del Santo, «y Santiago Posteguillo y yo decidimos hacernos a un lado para que sean ellas las que tomen la palabra y nos cuenten la historia».

A ello hay que añadir que las recreaciones dramatizadas de los distintos episodios se rodaron en latín (subtituladas luego al castellano) para reforzar la sensación de veracidad de lo que se cuenta. «Cuando supe que rodaríamos en latín me entró el pánico, porque no sabría si podría memorizar mis diálogos en esa lengua, pero ahora estoy encantada con el resultado», admitió ayer la actriz Aitana Sánchez Gijón, que interpreta a Julia Mesa y capitanea un gran elenco actoral en compañía de Sandra Escacena, Joana Patrana, Erika Sanz, Alba Luna, Carolina Garrido o Inty El Meskine. «Lo que la serie cuenta ha sido para mí un descubrimiento y creo que también lo será para el público».

Publicidad

El uso del latín lo justificó ayer Santiago Posteguillo. «Decidimos lanzarnos a darle un toque de realismo y autenticidad. Es una serie transgresora», aseguró el escritor, especializado en novelas históricas sobre la Antigua Roma. Entre ellas, las trilogías sobre Escipión el Africano y sobre Trajano. 'El corazón del Imperio' quiere demostrar que se pueden filmar series que atrapen pero que al final no sólo dejen al espectador la sensación de haberlo pasado bien, sino de haber aprendido mucho por el camino», recalcó Posteguillo, que, como el resto del equipo, se desplazó para la presentación oficial de la serie hasta el Museo de las Villas Romanas de Almenara de Adaja (Valladolid), escenario de todas las escenas interiores de las recreaciones, mientras que los exteriores se filmaron en el estudio 'Sofía' en Bulgaria.

El equipo de 'El corazón del imperio', durante la presentación de la serie en la villa de Almenara-Puras. La actriz Jennifer Bucovineanu, como una virgen vestal. Aitana Sánchez-Gijón, durante la visita al museo de Almenara. El Norte

Las filmaciones no se realizaron en la parte del yacimiento arqueológico, sino en el edificio didáctico que recrea cómo era una vivienda romana de la época, que se utilizó como plató polivalente. De hecho, el equipo de la productora trabajó durante meses para decorar el espacio museístico de un modo más acorde con las necesidades de la narración, y tuvo libertad para realizar todos los cambios necesarios en una colaboración entre el mundo del cine y el museo muy poco habitual.

Publicidad

«No se trata de recontar la historia, ni cambiarla; es contarla completa», recalcó ayer Posteguillo. Y así, por ejemplo, cuando se nos narre el asesinato de Julio César veremos algo que no suele contarse: cómo reciben su muerte su esposa y su amante Cleopatra. A este respecto, por ejemplo, descubriremos que Cleopatra era una mujer muy culta, capaz de conversar de tú a tú con Cicerón -como mostrará la serie- que dominaba idiomas y que tenía una gran habilidad diplomática. Y que no fue de ningún modo esa devoradora de hombres en la que la leyenda le ha convertido, pues en realidad sólo tuvo dos grandes pasiones.

La historiadora Patricia González, que acaba de publicar 'Soror. Mujeres de Roma', y que es una de las expertas que aportan sus explicaciones al relato, resaltó la importancia de «bajar al barrio de las mujeres reales» para ver que muchas de ellas no se ajustaban a los estereotipos o a la visión convencional. «Había matronas, sí, pero también canteras, herreras, gladiadoras…», subraya. «Es importante que esta visión no se limite al territorio académico, sino que pueda llegar también al gran público».

Publicidad

La filóloga Cristina de la Rosa resaltó lo importante que es divulgar nuestro pasado romano «porque mucho de lo que somos viene de ahí». Y, como el resto del equipo, se mostró muy orgullosa de haber participado en este proyecto singular.

El rodaje enriquece el Museo de las Villas

«Cuando vinieron a hablar conmigo, me prometieron que el rodaje no interferiría en las visitas, y yo les creí', bromeaba ayer Laura Martín, la directora del Museo de las Villas Romanas de Almenara. En realidad, la productora de 'El corazón del Imperio' invadió la recreación de la Casa Romana del Museo, de modo que durante el mes de filmación los visitantes tuvieron que sortear cámaras, cables y todo tipo de equipamientos de la serie.

Pero la colaboración mereció la pena, porque la productora invirtió más de 100.000 euros en mejoras del edificio para el rodaje, que incluyen desde nuevas decoraciones de las paredes, entre ellas la zona de las termas, o el atrio principal, hasta mobiliario y objetos encargados exprofeso para la producción y que han quedado en el museo. Entre ellos una biblioteca con pergaminos, la recreación de una silla de partos, o un telar y un espejo que simulan los que se usaban en la época.

«Cuando vinimos a ver el museo vimos que tenía posibilidades, y que con un poco de imaginación podríamos recrear aquí todos los interiores que necesitábamos», explicó ayer Beatriz López, la directora artística de la serie. Pintaron y repintaron, cambiaron muebles de sitio, incluso movieron paredes, incorporaron columnas… y gracias a todo ello, y a la magia del cine y de la luz, una sola casa se convirtió en más de una decena de localizaciones diferentes, y en sede de todo tipo de acontecimientos y hechos históricos. «La colaboración ha sido muy buena y ha sido beneficiosa para las dos partes».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad