Borrar
6x08 'Juego de Tronos': Ni nadie ni nada

6x08 'Juego de Tronos': Ni nadie ni nada

Ante la gran batalla por El Norte del capítulo nueve, este ha sido, con diferencia, el más flojo y previsible de lo que lleva de temporada

M. E. García

Martes, 14 de junio 2016, 14:08

Nos las prometíamos muy felices. Los indicios apuntaban en la misma dirección, pero no ha podido ser. (Spoilers) Lady Corazón de Piedra sigue sin hacer acto de presencia en 'Juego de Tronos' y, sin ella, la trama de la zona de los ríos no tiene demasiado sentido. Por eso, la arriba firmante mantiene la esperanza de su irrupción estelar como colofón de la temporada.

El sitio de Aguasdulces ha sido más bien insulso, soso, sin sustancia. Si algo ha merecido la pena, a parte de Bron recordándole sus atributos a Pod, ha sido el reencuentro de Jaime con Brienne con una tensión sexual no resuelta bastante evidente. Además, ambos enfrentados en lo político pero unidos en lo personal. Brienne, por un amor bastante claro, y él, por aprecio más que evidente, como poco. El mayor de los Lannister dejó claro a Edmure Tully, durante su cautiverio, tanto su aprecio por Cathelyn Stark (más presente que nunca en las conversaciones en este episodio) como su amor incondicional por Cersei y su intención de hacer cualquier cosa por volver con ella.

Y sí, convence a Edmure para que entre en el castillo y lo rinda a cambio de volver a ver a su mujer y a su hijo. La familia que no ve desde la famosa noche de bodas de la Boda Roja. Y ahí acaba lo interesante. La guerra entre una casa secundaria como los Tully contra Lannister y Frey se queda a medio sin venganzas desde más allá de la muerte que alienten a los desheredados. Para remate, Brienne no consigue el apoyo del ejército Tully en El Norte así que parece más claro que nunca que la carta de Sansa está dirigida a Meñique.

A la Hermandad sin Estandartes le ha sucedido algo parecido. Siguen capitaneados por Berric Dondarrion. Ellos y el Perro persiguen a los asesinos de aquella pequeña comunidad que construía un septo. El Perro llega antes a algunos de ellos, con momento gore incluído. El resto, cazados por la Hermandad y próximos a colgar de un árbol cuando Sandor los encuentra y reclama matarlos él mismo. Dondarrion, siempre tan generoso, deja que empuje el tocón de un par de ellos, pero nada de destripar más, que está feo.

En Desembarco del Rey Cersei sigue esperando su juicio con la esperanza puesta en que tenga jugar por 'combate'. Bendita inocencia, será juzgada pronto, pero se anulan los juicios por combate ya que se hicieron para ignorar a los dioses. Los gorriones van a buscar a la reina madre a la Fortaleja Roja para que vaya al Septo de Baelor, ella se niega, los gorriones se ponen chulos y les azuza a la Montaña. El conflicto queda subsanado cuando el susodicho le arranca la cabeza a uno de los enviados. Viva la diplomacia.

El rey sigue más bien ausente. Rezando siempre. Cersei se siente abandonada por su hijo, de nuevo. Y, además, ahora está completamente sola ya que Jaime se encuentra en Aguasdulces donde ella misma le convenció de que fuera, porque ya contaba con La Montaña.

En Meereen las cosas se han puesto peor que feas. Mientras todo el mundo pensaba que llegarían los barcos de los Greyjoy resulta que los que arriban a la costa son los de los Hijos de la Arpía. Los esclavistas de Astapor y Yunkai no van a cumplir el acuerdo que alcanzaron con Tyrion. Ahora que la ciudad recuperaba la actividad, Varys se marcha a Poniente para encontrar tropas y transporte para Daenerys. Tyrion se queda con Gusano Gris y Missandei. Una lástima que cuando empiezan a soltarse con los chistes y el vino una batalla les chafe la tarde.

Sin embargo, no toda la esperanza está perdida. En un final un tanto precipitado Daenerys aterriza en una de las terrazas de la Gran Pirámide y todo el mundo contento. Veremos como se desarrolla esa guerra. Sobre todo porque ha llegado con Drogon y cabe la esperanza de que el dragón negro participe en esa batalla. No sería la primera vez que achicharra a algún traficante de personas.

Arya en Braavos también hace lo que todo el mundo esperaba: acudir a Lady Crane para que la ayude en uno de sus momentos más complicados (y ha pasado unos cuantos). La actriz resulta ser una magnífica enfermera y una pésima cocinera pero ayuda Arya, cura sus heridas, le da sopa y le deja dormir. Como premio, recibe la muerte por parte de la niña sin nombre. Arya encuentra a su benefactora tirada en el suelo y con la niña, frente a frente. Ahí se inicia una carrera loca por Braavos en las que intenta huir sin éxito. Ante la imposibilidad de escapar decide enfrentarse a ella. Para ello, corre hasta su escondite y recupera a Aguja.

Contra todo pronóstico (aunque previsible) Arya mata a su perseguidora y regresa a la Casa de Blanco y Negro para dejar su cara en el lugar que le corresponde. De paso, aprovecha para decirle a Jaqen que es Arya Stark, que eso de ser nadie no va con ella. A él se le ve apenado y resignado. Esperemos que Arya no tenga que seguir huyendo vaya donde vaya.

Lo cierto es que en 'No One' (Nadie) no ha sucedido nada especialmente trascendente. Ahora llega el 9, un número siempre señalado por los seguidores de Juego de Tronos ya que suele dejar grandes batallas para la posteridad y esta guerra de bastardos (o Nieve vs Nieve) promete. Y volverá Sansa.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla 6x08 'Juego de Tronos': Ni nadie ni nada