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La madre de la ciencia procedimental

La madre de la ciencia procedimental

CSI ha sido la precursora de las series en las que se investigan casos que concluyen en el mismo episodio

M. E. García

Domingo, 16 de agosto 2015, 19:51

Allá por el año 2000, algún tiempo antes de la llegada de ese fenómeno que se ha llamado Edad de Oro de las Series, irrumpió con fuerza y un enorme éxito una serie llamada CSI. Un concepto diferente de drama policial para la televisión. Por primera vez los aspectos el que se centraba el argumento no era tanto la investigación del detective que pregunta e indaga hasta conseguir al culpable, sino en el proceso científico del mismo.

CSI ha sido la serie que ha conseguido que todo el mundo conozca para qué sirve la luz oscura, que el público se interese por manchas, ADN y huellas. Gracias a CSI sabemos que debe existir un mínimo de materia orgánica para poder extraer el ADN, los polvos rosas para revelar las huellas dactilares son elemento indispensable; que las cámaras nos persiguen allá donde vayamos; que la tecnología es un elemento más para la policía científica y, aunque, el trabajo no es exactamente así, la serie ha servido para acercar el trabajo de estos policías poco habituales al gran público.

Pero lo primero es lo primero. ¿Qué es un procedimental? En términos televisivos se trata de una serie que plantea un caso en cada uno de los capítulos y que se resuelve al final del mismo, normalmente de manera sorpresiva. Las tramas personales de los personajes se suelen tratar de una manera muy superficial a lo largo de la temporada y se alargan, a veces de manera absurda.

CSI no inventó los procedimentales pero sí los ha generalizado de manera alarmante. La señora Fletcher o Colombo ya se paseaban por ahí preguntando a propios y extraños sobre los muertos. Detectives extraños en uno u otro sentido. Y la tele mostraba eso, los personajes que se salían de lo común y que resolvían los casos con sagacidad y una capacidad para sacar conclusiones fuera de lo común. CSI lo basó en la ciencia, en las pruebas irrefutables. Grissom lo recordaba casi semana tras semanas «Las pruebas no mienten» eran su proclama. Un mantra que se podría añadir al del Doctor House (una serie, en muchos aspectos procedimental) de «Todo el mundo miente».

Después han llegado series como Bones, Mentes Criminales, El Mentalista, Castle,Numb3rs, Sin Rastro, Navy: Investigación Criminal, Miénteme, Life, Imborrable, todas las franquicias CSIbueno, toda la programación de CBS. Tan saturado estaba el público de este tipo de series que cuando The Wire irrumpió en la programación norteamericana con su ritmo tranquilo y sus tramas extremadamente realistas y complejas rompió con la monotonía de las series policiacas que habían pasado, sin anestesia, a seguir la misma estructura.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que la serie ha cambiado, en muchos sentidos, la imagen de los forenses, la importancia de su trabajo, lo imprescindible que es el cadáver a la hora de resolver un crimen y, sobre todo, CSI ha demostrado que, para cometer el crimen perfecto, hace falta tener en cuenta tantos factores que las capacidades para lograrlo exceden a las de un ser humano normal.

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