Llega la quinta temporada de 'Juego de Tronos': reacciones

Parece mentira, pero cada temporada que se apunta HBO sobre Juego de Tronos causa más expectación, más comentarios, más descargas, más cobertura informativa. Sí, Perdidos cambió la forma de ver las series de televisión y Juego de Tronos lleva el este modelo al extremo. 170 millones de espectadores repartidos a lo largo y ancho del mundo y 100.000 descargas ilegales pocas horas después de su estreno en HBO reflejan con fidelidad hasta dónde alcanza este fenómeno.

Los comentarios en medios digitales sobre el primer capítulo han crecido como setas en unas horas y es difícil esquivar los spoilers de este primer capítulo titulado The Wars to come. Y es que la serie es mucho más que una serie. Así lo atestiguan las parodias que traspasan fronteras y esa capacidad para llegar a todos los segmentos de la sociedad: da igual jóvenes que mayores, hombres que mujeres y eso en un show televisivo plagado de violencia y sexo de digestión complicada.

Hasta la fecha parece que ha causado más sensación la filtración de los primeros cuatro episodios que el capítulo en sí, así que es complicado analizar de qué lado se decantan las críticas (a favor o en contra) ante tal avalancha de opiniones e información. De momento, parece que todo sigue como siempre. Los lectores se dividen entre los comprensivos (les gusta la serie) y los críticos (no les gusta pero la siguen viendo en un alarde de gusto por el dolor a lo 50 sombras de Grey). Entre los no lectores la tendencia es mucho más clara: están encantados.

Los problemas de pirateo no acaban en la filtración. Desde Twitter han anunciado que tomarán medidas contra aquellos usuarios que utilizaron Periscope (la aplicación para transmitir vídeo en directo) para difundir el capítulo de manera ilegal y se plantea bloquear las cuentas que han usado el servicio de manera fraudulenta.

Hasta la Policía aprovechó el fenómeno en Twitter:

En Twitter existen mensajes rogando no escribir spoilers casi bajo pena de muerte y muchos resúmenes de momentos para recordar la temporada anterior como recuerdo así como más parodias. Y las que están por venir.

El primer capítulo, como todos los primeros de temporada, hasta el momento, sitúa a los personajes en las tramas y escenarios que desarrollarán a lo largo de las próximas 10 semanas. Este se puede dividir en cuatro grandes bloques: Desembarco del Rey con la muerte de Tywin y sus consecuencias; Mereen y los problemas de Daenerys con Los Hijos de la Arpía, unos rebeldes que se resisten a aceptarla como reina; El Muro con Jon y Stannis juntos, o frente a frente, eso está por ver y Tyrion y su nueva vida al otro lado del mar. Es precisamente el pequeño de los Lannister junto con Varys quién brinda las mayores pistas en una conversación plagada de filosofía política.

Uno de los grandes momentos del capítulo se encuentra justo tras el resumen de la primera temporada. The Wars to Come comienza con el flashback (un recurso usado por primera vez en la serie) de las profecías de Maggy la Rana sobre Cersei. Todas se han cumplido una a una hasta el momento. Y no podían faltar los dragones. Solo se ven a Viseryon y Rhaego más que suficiente para imaginar cómo será Drogon que, en libertad, crece más que sus hermanos.

La trama pasa de puntillas por las Stark. Porque sí, vemos a Sansa, o más bien un atisbo de lo que podría llegar a ser, junto a Meñique como maestro. De Arya no se conoce nada aún. Las guerras que están por venir también dejan la extraña pareja de la temporada: la de Brienne y Podrick. Para remate un jugoso adelanto de The House of Black and White en la que, a juzgar por las imágenes (y sin revelar nada a los no lectores) se disfrutará, por fin, de una gran dosis de Arya. Y también llegará Dorne, con alguno de los nuevos personajes bajo el sol.

En resumen: un capítulo sólido y coherente con el resto de la serie y de los primeros de cada temporada.