Ha sido una edición sin lugar a la sorpresa, al contacto, a la interacción. Ha sido un TAC en miniatura de verano, de patios, con mucha premeditación y orden, pero finalmente se impuso el teatro de calle a la pandemia. Por su ejemplaridad ... el 21º TAC ha premiado a su público y su director, Javier Martínez, se ha despedido con la satisfacción de haber abierto una puerta nueva, la de los patios de escuelas y museos.
Publicidad
«Ha sido un hallazgo descubrir estos espacios, sin los que no hubiera sido posible hacer el festiva, espero que sigan. Tienen la ventaja de permitir separación entre los asistentes, un aforo aceptable, y estéticamente está muy bien. La gente lo ha disfrutado, solo me llegan buenas impresiones. El público se ha portado de manera increíble a pesar de las medidas radicales adoptadas», dice quien ha dedicado el «75% de mi vida de los últimos años al TAC». Con casi cuatro décadas en la gestión cultural, 37 desde el Ayuntamiento, Javier Martínez afirma que «mi intención fue siempre caminar paralelo a la ciudad, con espectáculos de calidad a la altura de un público exigente». El próximo TAC lo vivirá como espectador.
Precisamente al público le ha dedicado este año el festival su único galardón, en una edición sin premios «como reconocimiento a su paciencia por la espera para conseguir las invitaciones, su masiva respuesta a las propuestas artísticas y el escrupuloso respeto a todas las medidas higiénicas y sanitarias»
El reparto de las invitaciones se ha desarrollado con normalidad y se han entregado todas las entradas disponibles para las más de 80 representaciones, con un grado de ocupación que ha alcanzado el 99% de los aforos en el cómputo global del TAC. La taquilla ha permanecido abierta durante 73 horas para el reparto de entradas y facilitar información a las personas interesadas.
Publicidad
El último espectáculo fue 'El cortejo', de Baldo Ruiz & Paloma Calderón en el IES Nuñez de Arce, y la Gala de Danza, en la Cúpula del Milenio. 'El cortejo' sucedió a pleno sol. Una pareja de novios expresan complicidad, cariño, consuelo así como indiferencia, desencuentro, dominio y enfado en una pieza de baile y de mimo. Música y silencio se alternan en esta narración sentimental de dos amantes.
También ayer debían repetir la función de 'Urbasa' Hutsun y Ortzi, pero en la primera sesión el acróbata se lesionó y los músicos de Hutsun ofrecieron un concierto de txalaparta, en su defecto. Por un momento el TAC de la covid recuperó la naturalidad.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.