Teatro de calle con un ojo en el cielo y otro en los artistas

El vallisoletano Carlos Aller, residente en Berlín donde tiene una compañía, presentó 'Saudade de ti' junto a Cecilia Bartolino en el lateral de la Catedral. Allí hubo conato de expulsión cuando una asistente se negó a levantarse de las escaleras donde hablaba por el móvil. Puso a prueba la paciencia de los organizadores que, si bien no lograron que terminara la conversación antes de empezar el espectáculo, sí consiguieron que no se demorara demasiado. La tarde comenzó soleada aunque la amenaza de tormenta se consumó a eso de las 18:30h. Zanguango tuvo que suspender la función, pero en general, se salvó el programa con un poco de retraso. El público tenía un ojo en el cielo y otro en los escenarios.

Antonella D'Ascenzi llevó a su marioneta a Poniente, donde estrenó 'Hilos', una coreografía en torno a las relaciones de mayores y pequeños en los parques. El tiempo de juego de los niños procura descanso y relaciones entre los adultos.

Quien tenía entrada para 'La buena letra', de El mono habitado, dio esquinazo a la lluvia en la sede de Fundos, con el siempre solvente humor negro de Raúl Camino. Y los que vendieron todas las entradas sin decir ni siquiera dónde sería la representación fue el colectivo Kamchatka, de cuyo 'Alter', un montaje en torno a los emigrantes, solo trascendieron unas fotografías de la organización.

Este domingo se dará a conocer el palmarés en la Colegiata de la Catedral, donde Yoann Bougeois Art Company clausurará la 24 edición del TAC a las 19:30 con 'Approche 7'.