Ana Zamora: «No temo por qué pasará sino por cuánto costará volver a la vida»

Si hace dos años logró una beca para investigar las 'Influencias italianas en el nacimiento de la comedia renacentista española', en esta ocasión indaga 'Las idas y las vueltas del teatro de títeres'. «Al menos me dio tiempo a ir a Cerdeña a estudiar el carnaval rural, que es de una teatralidad bestial. Fue con el compañero de ilustración, que trabaja sobre monstruos, y estuvimos a punto de quedarnos encerrados en la isla. Salimos por los pelos».

Ana tenía previsto estar en marzo en Sicilia, «para estudiar el ciclo de Semana Santa, un trabajo de campo que queda pendiente. Estoy estudiando mucha bibliografía. Esta situación me ha cambiado la manera de pensar y estudiar. Estaba acostumbrada al dato concreto y con un fin determinado. Ahora puedo estudiar con profundidad sin estar presionada por la utilidad». Tiene su confianza puesta en el 3 de mayo, día marcado por el Gobierno italiano como fin del enclaustramiento. «A partir de ese momento tengo dos meses para hacer los viajes proyectados».

De los 22 becados este semestre, quedan en Roma 13. «El resto ha decidido volver por compromisos familiares o suspender la beca porque no pueden trabajar. En mi caso, sí puedo».

La directora de la compañía Nao d'Amores considera que al menos esto les pilló con su último montaje 'NISE, la tragedia de Inés de Castro', coproducida con La Abadía, estrenada en Madrid en diciembre. «La pudimos hacer también en Segovia. Es difícil elucubrar cuándo volveremos al escenario. Lo bueno de la compañía es que tiene trabajo también de reclusión, con o sin virus, que contrasta con el de convivencia absoluta en tiempo de funciones. Para eso habrá que esperar a finales de junio. La gira con 'NISE' estaba prevista para entonces». Sobre el futuro de la compañía y su viabilidad económica, Zamora no tiene tanto miedo por el «qué pasará» sino por «cuánto tiempo durará esto y cuánto tardará la vuelta a la vida».

Mientras media España ha recuperado la lectura y la otra media ha doblado el consumo de televisión, Ana Zamora no se ha despegado de su tema, «porque para mi ocio y profesión es lo mismo, mi trabajo es mi disfrute». Por otra parte siente, con sus compañeros de beca, la «doble responsabilidad de un trabajo becado con dinero del Estado. Ya que tenemos este privilegio hay que emplearse al máximo».

La convivencia de los 13 becados y los trabajadores de la Academia hacen que extremen las precauciones. «Aquí se lo toman muy en serio, tenemos a la policía en la puerta. Cuando sales a hacer la compra tienes en cuenta el peligro de traer algo que afecte a tus compañeros». Así que Ana sigue enfrascada en la biblioteca, con salida a los cineforum y esperando poder coger el coche y conducir al sur.