Los integrantes de Comikaces. el norte

«A veces dicen: 'Arden las redes por no sé qué'. Y en realidad son cincuenta frikis»

Comikazes reivindica en el Teatro Zorrilla de Valladolid la libertad del humor ante los 'ofendiditos'

Vidal Arranz

Valladolid

Viernes, 15 de octubre 2021, 07:19

Los humoristas le han declarado la guerra a la intolerancia y la hipersensibilidad. Y lo han hecho con las armas que les son propias: las del humor. El espectáculo 'Comikazes' es un buen ejemplo. Cinco de los mejores monologuistas salidos del canal Paramount Comedy se ... burlan de la intransigencia de los 'ofendiditos' en nombre de la libertad y del buen humor. La obra podrá verse este viernes (20:30 horas) en el Teatro Zorrilla.

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«Hubo un momento dramático en el que pareció que no íbamos a poder reírnos de nada, porque siempre se ofendería alguien», reconoce Iñaki Urrutia, una de las caras más conocidas de 'Comikazes'. «De modo que hemos decidido hacer bromas como antes, y animamos a los 'ofendiditos' a que levanten la mano». El resultado es un espectáculo que intencionadamente juega un tanto en el límite, buscando en ocasiones que el humor escueza un poco, explica Urrutia, porque la risa no tiene por qué ser siempre «blandita e inofensiva». Ese tono un poco loco lo facilita la buena compenetración de los cinco miembros de 'Comikazes' (Don Mauro, Karim, Richard Salamanca, Iñaki Urrutia y Juan Solo), más un invitado especial, el vallisoletano J. J. Vaquero, «un pesado que no hace más que recordarnos que es de las Delicias».

Juan Solo, otro de los integrantes de 'Comikaces', cree que ha habido una reacción de los humoristas a esta hipersensibilidad social. «Cada vez hay más personas que defienden el humor y me alegro de que sea así. Ha surgido un movimiento transversal, más allá de las diferencias ideológicas o de estilos, en defensa de la libertad de la risa», añade. Y es que «entre herir, que eso no es humor, y no poder hablar de nada hay mucho terreno en el que antes nos movíamos perfectamente y donde éramos felices».

Porque la alternativa es la muerte de la risa. «El trabajo del humorista consiste en pasar la realidad por su filtro; pero si ese filtro está ahora tan condicionado, es imposible».

Urrutia cree que el origen del problema está relacionado con el sobredimensionamiento de las redes sociales. «A veces dicen: 'arden las redes por no se qué'. Y son cincuenta frikis que no se representan más que a sí mismos». Por fortuna, lo que se han encontrado en los escenarios es que el público tiene una mentalidad más abierta de lo que reflejan los medios. «Hay ocasiones en las que nosotros estamos un poco con el freno echado y te encuentras con un público sin el menor reparo».

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Urrutia es de la misma opinión. «Nuestros espectadores no se ofenden por nada y se ríen de todo. El público va por un carril que no tiene nada que ver con los 'ofendiditos', que a veces parece que representan a mucha gente, pero resulta que no».

El espectáculo de 'Comikazes' utiliza este conflicto como eje argumental, lo que permite, además, articular una función que va más allá de la mera sucesión de monólogos aislados. Los cinco protagonistas de la función aparecen en escena tras ser capturados y encerrados en un campo de prisioneros, donde se enfrentarán a un consejo de guerra por sus ofensas. El público será el que dicte el veredicto final sobre su destino.

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Cada uno de los 'condenados' expone sus culpas en forma de monólogo, de modo que la hipersensibilidad, la censura y la libertad del humor están situados en el centro del espectáculo. «Hasta ahora los espectadores no nos han condenado en ningún teatro», bromea Juan Solo. Pero advierte: «En ningún caso aceptaríamos la pena de prisión. Tenemos preparada la música de 'La gran evasión' por si es necesario darnos a la fuga».

En el espectáculo se pondrán en escena algunos de esos episodios de 'ofendidismo' que permitirán al público «descubrir las tonterías por las que se irrita cierta gente». Uno de esos episodios le ocurrió a Juan Solo. «Como he estado en Ecuador, acostumbro a contar chistes sobre ecuatorianos, que son gente que tiene un gran sentido del humor y se los toman a bien. Pero en una ocasión, saltó un espectador que se ofendía en su nombre», recuerda el humorista. La parte más terrible de la historia llega cuando Solo confronta al espectador con otro miembro del público, ecuatoriano, que no había visto ningún problema en los chistes referidos a su país. «'Claro, tú que vas a decir', fue la brutal respuesta del 'ofendidito', mostrando un desprecio absoluto hacia el espectador ecuatoriano», recuerda Juan Solo. «No se me olvidará jamás tal muestra de desprecio».

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'Comikazes'. Teatro Zorrilla (Valladolid). Viernes 15 de octubre, a las 20:30 horas. 18 euros.

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