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Antes de avanzar unas líneas más, puede parar aquí y darse un gustazo. Deje un segundo de leer y fíjese en su respiración. Coja aire. Hinche los pulmones. Suéltelo cuando le apetezca o ya no pueda más. Todo de golpe o despacito, a borbotones o ... de un tirón. Y vuelva a inspirar. Y a expulsarlo de nuevo... «Respirar es el mayor acto de libertad que tenemos», defiende Mónica de la Fuente (Valladolid, 1974), quien ha convertido la respiración en el hálito inspirador de su último montaje. 'Praana, en busca del aire perdido' es una coproducción de la compañía de danza Mónica de la Fuente, Residui Teatro y la Fundación Casa de la India, con la participación de los músicos Germán Díaz y Tao Issaro. Este viernes se estrena en Madrid. Y sí, el aliento vital de la respiración está en el centro de todo.
«En este tiempo que nos ha tocado vivir, con la pandemia, hasta se nos ha cuestionado respirar», cuenta De la Fuente. Compartir el aire está condicionado en los espacios cerrados. Las mascarillas se han convertido en barreras que, en cuanto podemos, intentamos saltar. «Cuando practicas seis horas bailando con una mascarilla, en cuanto te la quitas sientes la necesidad de sacar el mayor partido a tu respiración».
En principio, no somos muy conscientes. No pensamos que respiramos. «El cuerpo es tan sabio que se adapta. Si subes una montaña, tu ritmo de respiración cambia. Igual que cuando dormimos. Cambiamos nuestra forma de respirar según el esfuerzo físico que hacemos, pero también según nuestro estado de ánimo. Y esto es muy importante», advierte De la Fuente, en un descanso de los ensayos.
«Cada estado anímico tiene una respiración. Así que, si soy consciente de ello y modifico mi respiración, puedo cambiar mi estado anímico. Terapéuticamente es tan sencillo como eso. Si yo estoy en un estado de ira y reconozco en mi interior cómo estoy respirando en ese momento, puedo transformarlo, pasando a una respiración más profunda, cogiendo más aire por los pulmones, soltándolo desde el vientre. El cuerpo cambia su respiración... y también su energía». La ira se difumina.
«Respirar es algo muy íntimo. Y si somos conscientes de nuestras formas de respirar, podemos conocernos mejor. Es un tema que no se ha estudiado lo suficiente, pero que está muy vinculado con las artes escénicas y de movimiento», explica. Por eso, dice, es tan importante analizar y compartir las diversas formas de respiración que hay en las diversas formas artísticas: desde la danza a la música, de la voz cantada a las artes marciales.
Esta experiencia compartida es la que se encuentra en el centro de 'Praana', un espectáculo que toma su nombre de un vocablo que viene del sánscrito y que significa 'energía vital'. «La cultura india es la que más sabiduría ha desarrollado en torno a este asunto». Y fue allí, en la India, donde se fraguó este espectáculo.
El primer soplo llegó durante un concierto de Germán Díaz en la Universidad de Valladolid. Mónica estaba entre el público. «Cuando lo vi, pensé: 'Me encantaría poder trabajar con esta música desde el arte escénico de la India'. Porque hay una atmósfera compartida. La música de Germán tiene ese bordón que siempre está ahí, que lo tiene la zanfona, que es un camino de respiración que conecta con la India». Y cuenta que lo pudieron comprobar en directo.
En enero de 2020, justo antes de la pandemia, viajaron a la India. Germán Díaz presentó allí su música. Y conectó con el público local. Allí, en el contexto de un festival de literatura de Kerala, se fraguó comenzó arística de música y movimiento. Empezamos a colaborar con Tao Issaro (compositor indoaustraliano) y con Isha Sahrvani (actriz y bailarina india). «Teníamos la idea de trabajar juntos, de explorar una investigación compartida de música y movimiento. Pero no teníamos aún tema». La pandemia, la falta de aire durante esos días, la propia necesidad de respirar insufló nuevos aires al proyecto durante los primeros encuentros 'on-line' para dar forma al espectáculo. Muy pronto se sumó el italiano Gregorio Amicuzi (de Residui Teatro) como director escénico. Llegaron Viviana Bovino, experta en el manejo de la voz, el actor francés Denis Lavie, el bailarín Diego Garrido, que se acerca desde los ritmos urbanos.
«Creamos partituras musicales, pero también de movimientos. Hemos explorado los principios teatrales comunes a diferentes tradiciones (sobre todo asiáticas, como la india, china, la japonesa) y, a partir de ellos, los hemos llevado al teatro contemporáneo». «¿Qué papel tiene el aire y la respiración en la acción escénica? ¿Cómo influye el aire que se respira en los impulsos psicológicos y físicos del cuerpo en acción? ¿Cómo se traduce el aire en presencia escénica y se regenera el ser como individuo? ¿Cómo crear una conciencia del arte de respirar para ayudar a la ciudadanía a encontrar ese aire perdido y hacer que ese bien se proyecte a los demás?», se preguntan.
Las respuestas llegan con un proyecto artístico que este viernes se estrena en Madrid y que va más allá de la experiencia escénica. «El espectáculo lleva asociados una serie de talleres para comprender el proceso y sacar provecho al tema de la respiración en nuestra vida. Hacemos tres talleres. Uno sobre 'praanayama' y qué nos propone el yoga en este aspecto. Otro desde las artes escénicas de la India (conocer sus principios del arte y teatro) y un tercero sobre cómo esos principios los ponemos al servicio del teatro contemporáneo».
'Praana, en busca del aire perdido'. Viernes, 22 de octubre. 20:00 h. Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes (Madrid).
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