'Umbral' invita a superar «los miedos que nos impiden atrevernos a amar»

'Umbral' cuenta seis historias (una más se ha sumado en esta nueva versión a las cinco originales) en las que seis parejas se enfrentan a distintos tipos de umbrales, o barreras, en su relación afectiva. En algún caso puede ser la timidez que impide ver que el amor que se desea está al alcance de la mano, en otros, los miedos a resultar heridos, en otro, la incapacidad para entender que la relación está rota y el empeño en salvarla…

«El amor es lo más importante y nunca prescribe. Todavía no han logrado hacerlo virtual, aunque lo intentan», opina Pérez, quien deja claro que sucedáneos como la pornografía no tienen nada que ver. «El amor es otra cosa: es atreverse a cruzar el umbral del otro. Y esto, que es una necesidad que tenemos, también nos produce pánico. Hace falta valor para amar», asegura la actriz.

Esa necesidad de amar y ser amados, que nos acompaña desde que, de niños, buscamos el pezón de nuestra madre, lleva a que los espectadores se sientan inevitablemente reflejados en las distintas historias que se ponen en escena, y que interpretan siempre los dos protagonistas Paco Zarzoso y Lola Pérez. «Nos identificamos con la cobardía y la timidez, pero también con el empecinamiento y con el coraje de quien intenta mantener a flote algo que, a lo mejor, ya no es posible salvar y es mejor dejar que se rompa». También con esas otras situaciones en las que la vida nos pone al alcance de la mano lo que estamos buscando desesperadamente, pero que no somos capaces de reconocer.

'Umbral' es una obra crucial en la trayectoria de la compañía Hongaresa, que el año pasado cumplió 25 años de trayectoria, una efeméride que no pudieron celebrar por las limitaciones de la pandemia, comentario que se han convertido ya en un lugar común a la hora de glosar la historia del teatro español en 2020.

La elección de 'Umbral' para festejar los 25 años parecía lógica por el impacto que ha logrado la obra, que ha sido representada más de 150 veces en España y otros países hispanoamericanos como Argentina, Chile o Brasil. Pero Zarzoso decidió que, aunque la obra conservaba plena vigencia, era necesario añadirle una escena más, específicamente pensada para estos tiempos de aislamiento y sociabilidad interferida que padecemos desde hace más de un año. «Esta última pieza es un canto de esperanza por parte de Paco para que nos atrevamos a atravesar el umbral, para que nos juntemos y dejemos de quejarnos de la tristeza de los desjuntamientos», explica Lola Pérez. » Luchemos por cruzar el umbral en vez de quejarnos luego de no habernos atrevido».